Himizu (2011), una del Sion Sono bueno

Himizu retrata el descenso a la locura de su protagonista y sus infructuosos intentos de escapar de ella. Una muesca más en la filmografía (buena) de Sion Sono.

Altitude (2017), caída en barrena

Altitude es una pelicula muy floja, recomendable sólo para esos amantes del cine de acción de serie B que tienen unas tragaderas del tamaño de la fosa de las Marianas. O si quieres pasar miedo viendo el rictus que se le ha quedado a Denise Richards en la cara.

Homeland (2014-2020), in-seguridad nacional

Homeland se mueve, a lo largo de sus ocho temporadas, entre la dificultad de elegir la necesidad de la mayoría (normalmente la seguridad nacional, o la defensa preventiva frente a posibles ataques) o la necesidad de unos pocos (amigos, mentores o aliados a los que hay que sacrificar para conseguir lo otro).

La Seducción (2017), histeria y despertar sexual

La Seducción, con una engañosa estética de cuento de hadas, teje en torno a su protagonista masculino una sutil tela de araña con hilos de intriga, celos, pasiones, deseo reprimido y hormonas en ebullición.

Giallo (2009), un autohomenaje de Dario Argento

Giallo tiene un título es de lo más engañoso, porque no es una película del género per se aunque lo parezca y esté firmada por Dario Argento. Una broma a la que cuesta encontrarle la gracia.