Atracción diabólica (1988), cuidado con el mono
«Atracción diabólica» es una entretenida película de George A. Romero, alejada de su conocido repertorio de muertos vivientes.
Carnosaurio (1993), el ataque del pollo jurásico
En «Carnosaurio», una horda de velocirraptores y tiranosaurios salen de huevos de gallina para volver a dominar La Tierra.
Breathing Room (2008), puf
Breathing Room: 14 participantes, un almacen, Cube + Saw… horrorosamente mala
Adivina quién soy (2006), menuda tomadura de pelo
«Adivina quién soy» tiene un prometedor inicio que no lleva a ninguna parte más que al aburrimiento absoluto.
El último Sharknado: Ya era hora (2018), sanseacabó
«El último Sharknado: Ya era hora» supone un final más que digno para una de las ideas más locas y demenciales de los últimos años.
Alpha (2018), el cachorro y el lobo solitario
«Alpha» nos cuenta la entrañable historia de cómo el ser humano enseñó a un animal a ayudarle a cazar a otros animales.
Raiders of the lost shark (2015), penosa
Una reseña sin pies ni cabeza digna de un despropósito como «Raiders of the lost shark». Menos mal que apenas dura 60 minutos.
Open Water: Inmersión extrema (2016), plof
«Open Water: Inmersión extrema» es «El arrecife» se encuentra con «El proyecto de la bruja de Blair», con esos referentes ya deberías saber que no va a gustarte… o quizás sí ¬¬
Los Increíbles 2 (2018), sencillamente increíble, valga la rebundancia
«Los Increíbles 2» es de esas pocas películas que destroza el tópico de que nunca segundas partes fueron buenas.
Aguas sangrientas (2003), p-e-l-i-c-u-l-ó-n
«Aguas sangrientas» = Lou Diamond Phillips + Kristy Swanson + Coolio contra un tiburón es, contra todo pronóstico, un correcto peliculón noventero.















