Sinopsis de «Medidas desesperadas»
El oficial de policía de San Francisco Frank Connor emprende una búsqueda desesperada de un donante de médula para su hijo, gravemente enfermo. El único resultado compatible resulta ser Pete McCabe, un peligroso asesino que está cumpliendo condena y ve en su viaje al hospital una oportunidad perfecta para conseguir la libertad.
¿Y tú que harías?
Vi Medidas desesperadas cuando se estrenó y me pareció un entretenimiento bastante majete. El otro día, más de 20 años después (¡uf!) me dió por revisionarla y volví a pasar un buen rato sin más pretensiones.
Michael Keaton, en plena edad dorada, se embarcaba sin vergüenza en papeles de todo tipo: graciosillos, sicópatas, superhérores, secundarios de lujo… una pena que esté bastante desaprovechado últimamente. En la época, a Andy García también se le veía bastante en papeles protagonistas o secundarios importantes, y aunque tenga menos variedad de registros, es bastante cumplidor y casi siempre está a la altura de lo que se le pide. Ambos ofrecen un duelo interpretativo muy molón.
La historia contiene elementos ya vistos en otras ocasiones, principalmente de El Silencio de los corderos y La Jungla de cristal, pero como no intenta parecerse a ninguna de ellas, consigue ser completamente disfrutable por sí misma.
100 minutejos de acción intensa sin descanso. Sin necesidad de realizar una escalada pirotécnica excesiva, sin caídas de ritmo y sin paradas para meter subtramas innecesarias. Simplemente una persecución perfectamente cronometrada, y un desenlace desmadrado (sobre todo por el estado físico de los dos protas), con un final que no por previsible es menos adecuado.