Jiro es un muchacho japonés que sueña con volar y diseñar hermosos aviones, inspirado por el famoso diseñador aeronáutico italiano Caproni. Se une a la división aeronáutica de una compañía de ingeniería y se convierte en uno de los más prestigiosos diseñadores aeronáuticos, siendo el principal responsable del diseño del famoso avión de combate Zero.
El viento se levanta supone la despedida de Hayao Miyazaki como director, un film en el que plasma su pasión por la aviación, un tema que ha estado siempre presente de una forma u otra en toda su filmografía.
La película recrea la vida de Jiro Horikoshi, a partir de un manga del propio Miyazaki publicado en 2009, inspirado libremente por la novela corta El viento se alza de Tatsuo Hori, de 1937. A lo largo del metraje asistimos a la recreación de diversos hechos históricos (el terremoto de Kanto de 1923, la Gran Depresión, la epidemia de tuberculosis, la entrada de Japón en la Segunda Guerra Mundial) mezclados con diversos pasajes oníricos en los que el potagonista se reúne con el ingeniero aeronáutico italiano Giovanni Caproni para hablar de aviones, de la vida, de lo humano y de lo divino.
Y, como no podía ser de otra manera, todo aderezado por una gloriosa banda sonora a cargo de Joe Hisaishi.
Las películas de Miyazaki se merecen una puntuación de 11 sobre 10 y no, no estoy siendo objetivo. Y me da igual.