Sinopsis de Los Muertos no Mueren
En la pequeña localidad de Centerville, los muertos vuelven a la vida y un variopinto grupo de personajes tendrá que hacerles frente.
Esto no acabará bien
Los Muertos no Mueren es una película con zombies, dirigida por Jim Jarmusch (Noche en la Tierra, Dead Man, Flores Rotas) y protagonizada por un nutrido reparto de estrellas perfectamente reconocibles: Bill Murray (Los Cazafantasmas, Atrapado en el Tiempo, Lost in Translation), Adam Driver (Paterson, Infiltrado en el KKKlan, Historia de un matrimonio), Tilda Swinton (Orlando, Solo los amantes sobreviven, El Gran Hotel Budapest), Chloë Sevigny (Boys Don’t Cry, Melinda y Melinda, Zodiac) o Danny Glover (Arma Letal, Maverick, Saw), entre otros; además son, a priori, lo más atractivo de la cinta.
Jarmusch es un director muy personal y característico. No hace películas para el gusto de todo el mundo ni lo pretende. Algo que debería ser normal, pero que las grandes productoras se empeñan en hacernos olvidar con sus grandes estrenos dirigidos a todos los públicos, y sus grandes estrenos con etiqueta PG-13, que son igualmente para todos los públicos, pero dicen muchos «fuck» y tienen mucha violencia no explícita con poca sangre en pantalla.
Dicho esto, la peli en cuestión se basa en la temática tradicional del género zombi de realizar una crítica a la sociedad, pero en esta caso prescinde de artificios narrativos o incluso de la intencionalidad de resultar atractiva 😆 Los protagonistas son un fiel reflejo de la apatía general con la que la sociedad (y los medios) reacciona ante cualquier cosa, a pesar de ir recibiendo pequeños avisos de que algo raro está a punto de ocurrir. El guión está repleto de ironía, humor negro, metalinguística, cinismo, ruptura de la cuarta pared y denuncia social contra el consumismo y la complacencia, mientras las subtramas surgen, giran en círculos en torno al vacío y desaparecen sin que hayan llegado a ningún sitio.
Una película donde la lógica carece de valor, con un final maravilloso en todos los sentidos y lleno de relecturas (sí, incluso esa escena, sobre todo esa escena…). Jim Jarmusch ha hecho «cine de amiguetes», rodando algo parecido a una película de zombies a su puta bola, y ha conseguido engañar a todo el mundo con una promoción (reclamo para zombies) que parece una parodia del género, usando de cebo un elenco de grandes actores tan sobreactuados que es imposible que no lo hayan hecho a posta. Un videoclip de 100 minutos para el tema de Sturgill Simpson 🤣
Una joya en bruto.