Sinopsis de «Election: La noche de las bestias»
Han pasado dos años desde que el ex-sargento de policía Leo Barnes decidió no vengarse del hombre que mató a su hijo. Ahora Barnes dirige al equipo de seguridad que se encarga de proteger a la senadora Charlie Roan, una candidata a la Presidencia que reivindica la supresión de La Purga anual, que consiste en permitir, una noche al año, cualquier actividad criminal, incluído el asesinato.
¿La última Purga?
The Purge: Election Year (traducida por acá como Election: La noche de las bestias en una interesante combinación de inglés-español, manteniendo la hábil elección de título de la primera entrega) es la tercera parte de la saga The Purge y una especie de punto final a la historia.
En principio tenemos lo que parece ser una estructura narrativa muy similar a Anarchy: La noche de las bestias, aunque con diferencias importantes; en esta ocasión no hay una huida aleatoria por las calles de una ciudad, sino una caza directa de la senadora, su guardaespaldas y cualquiera que se les acerque. Si en la anterior entrega se ofrecía un enfoque digamos más social de la noche de la Purga, enfatizando en el «eliminar a los que sobran para que haya para todos», ahora se da un punto de vista orientado hacia la economía y la corrupción política (recordemos que 2016 fue año de elecciones en USAlandia).
Así pues, descubrimos que los Nuevos Padres Fundadores han obtenido grandes beneficios a través de la industria armamentística, pero también vemos que las compañías de seguros cobran tasas exageradas (que además suben cuando les viene en gana) y que el sector turístico también saca tajada de la Purga a través de la llegada de los extranjeros que visitan los EEUU para participar en la noche sin ley.
Ignoro si James DeMonaco tenía en mente desde el principio levantar una saga, franquicia o cómo se le quiera llamar, pero si en La noche de las bestias dije que había buenas ideas de fondo que invitaban a la reflexión pero no se llegaban a desarrollar, después de ver las tres películas, me da la impresión de que el director tiene muy claro lo que está contando y todo lo que implica el mundo que ha imaginado; sin embargo no deja que las explicaciones de cómo funciona ese mundo y todo lo que puede haber detrás de una noche al año en la que se permiten todos los crímenes, estorben lo que quiere contar. Así, en cada una de estas tres cintas ha ido dejando flashes y retazos de elementos que podría desarrollar en la siguiente entrega, o no (el mencionado caso del «turismo de la Purga», por ejemplo, aquí se trata como de pasada, pero bien podía dar para una peli por sí solo).
Eso sí, hay que decir que el jefazo del comando paramilitar no mola tanto ni resulta tan escalofriante como el Big Daddy de la segunda parte, por más tatuajes y simbología neonazi que luzca.
Ya dije en el primer comentario de la trilogía que hay una cuarta parte, estrenada en 2018, centrada en el origen de la purga, y se ha anunciado una quinta parte Survival, que pondría fin a la saga. Además hay una serie de 10 episodios de la cual se prepara una segunda temporada. No tengo previsto ver nada de esto de momento (lo cual quiere decir que igual lo veo dentro de quince días como dentro de tres años), así que aquí pongo punto final (por ahora) a las entradas dedicadas a La noche de las bestias.
Por cierto, me olvidé de señalar que en el blog ya teníamos una crítica de la primera película; como suele ser habitual, dejo aquí el enlace por si a alguien le interesa conocer otro punto de vista.