Vaya por delante que todos hemos sufrido al loco de Uwe Boll en alguna ocasión, aún sin saberlo.
El prolífico autor, catalogado ya como el peor director de todos los tiempos después de Ed Wood, ha enriquecido su filmografía a base de adaptaciones de videojuegos como «House of the Dead», «Alone in the Dark», «Postal» (!) o «Far Cry», por citar los títulos más famosos (en el mundo de los videojuegos, porque en el de las películas…).
De todas formas, todo tiene su lado bueno: uno ha sufrido películas como «Alone in the Dark» [2005], eso es cierto, pero también ha pasado un rato mucho más entretenido con «sandeces» como «Postal» [2007]. No creo que un hombre como Uwe Boll se tome a sí mismo muy en serio, cuando se autoproduce y se deja 60 kilos en un bodrío para luego recaudar 12 (que ya es para una película de este tipo), así que tampoco vamos a hacerlo nosotros.
Como primera película para este enfermizo ciclo sobre el bueno de Uwe, me he quedado con «House of the Dead». Sí, el hombre ha dirigido 7 películas antes que esta, pero uno tiene un mínimo de estómago y también podéis llamarme cobarde si queréis.
En fin, vamos al tajo.
En una isla desierta en el estrecho de Juan de Fuca, se está celebrando la madre de todas las fiestas techno. Con la intención de unirse a sus amigos en la histórica juerga, un grupo de jóvenes alquilan su embarcación a un capitán aprensivo y se hacen a la mar para pasar el mejor fin de semana de sus vidas. Pero cuando el grupo atraca en aquel lugar, caen en la cuenta que todas las leyendas que hablaban sobre la “Isla de la muerte” son reales y un horror inconcebible habita allí. Tras cada sonido y cada sombra acecha algo terrorífico, llegado de más allá de la tumba, esperando su oportunidad de convertir a cada uno de los recién llegados en miembros de la legión de muertos vivientes que asola la isla. El único sitio donde los supervivientes pueden es-conderse es en una dilapidada estructura arquitectónica escondida en el corazón de la jungla: La casa de los muertos.
Hombre… de un videojuego de tiros noventeros, ¿os esperábais una mejor historia?.
Recuerdo la impresión que me dieron de esta película: «¡inserta escenas del videojuego!». Sí, así, tal cual… así como «Campo de Batalla: La Tierra» contaba sólo con una incansable cortinilla de scroll para cambiar entre escenas, Uwe se divertirá metiéndoos planos rápidos extraídos directamente del videojuego y una triste cortinilla de efecto sangre que se repite a mayores un par de veces. Aunque parezca mentira, en la película no se nota ninguna falta de presupuesto y, de hecho, personalmente creo que Uwe se dejó demasiada pasta en ella, aunque consiguió algo a cambio:
El reparto no es excesivamente malo: puede ser que una poco duradera rubia, el marinero del barco o la guardia costera no sean muy creíbles, pero el resto de «jóvenes que van a morir» no son peores que el resto de repartos de las películas del palo. He visto cosas mucho peores en el cine, con o sin París Hilton entre los actores. Tampoco nos acordaremos nunca de ningún nombre, aunque igual sí de Ona Grauer, una turgente morena que muchos explotaríamos más a lo largo de la película. Por suerte para el cine, Uwe es un caballero.
Y ahora vamos a por su trabajo: ¡La realización!. En parte me ha sorprendido, no he añadido el «gratamente» porque lo vería excesivo pero, en mi corazoncito, he asumido que Uwe tiene algo de amor propio. En «House of the Dead» también he visto algo de buen hacer, algo de buena fotografía, planos que se entienden y sí, a la vez hay unos momentos videoclip más cansinos, con una maldita cámara dando vueltas alrededor de los personajes (cosa que no deja de ser un homenaje al mundo de los videojuegos).
Estoy realmente hasta las pelotas de películas de acción con escenas rápidas, cámaras que no dejan de moverse y planos que cortan todo lo habido y por haber. Uwe Boll consigue que me vea la película hasta el final pensando en cómo el mal llamado «peor director del mundo desde Ed Wood» puede hacerlo mejor que mucha gente que está cobrando una millonada por hacer bodrios de millonarios resultados de taquilla.
La música: bien gracias, Prodigy y cosas del palo siempre le quedan bien a una película de tiros.
En resumidas cuentas: Sí, es Uwe Boll, es un bocazas, es malo, es polémico… pero hay que tenerlos muy bien puestos para desafiar a un montón de borderlines aficionados a los shooters (entre los que me incluyo) con aberraciones como «Far Cry». Quizás esa gente del cine que no duda en señalar con el dedo y reírse del tonto de la clase deberían de preguntarse si ellos no son la misma mierda, pero con desodorante.
UWE, RES-PECTO!!!!
P.D: El Ciclo de Uwe Boll seguirá mancillando este nuestro bienamado blog una entrada tras otra hasta que algún redactor se pronuncie sobre el visionado de «Humanoides del Abismo» este mes de agosto. Sé que a Jal-9000 le encantan estas cosas, así que Ibanhoe, ya sabes que va por tí. Respecto al ciclo en sí, espero que ahora que he arrojado la primera piedra, Berantino se lance con la crítica de «Alone in the Dark». 😉
berantino te deja el honor de seguir con el ciclo a uwe woll XD , esta es de las que aun no he visto del prolifico director aleman