Y seguimos nuestro ciclo sobre el «peor director de cine después de Ed Wood», y lo hacemos a lo grande.
¡Qué interpretaciones!, ¡qué ritmo!, ¡qué tensión!… Ah! Que es el juego. Así sí.
De niño, Edward Carnby tuvo una prueba irrefutable de que existe un mundo más allá del nuestro. Ahora, veinte años después, Edward es un investigador de efectos paranormales. Ahora, el gran misterio del pasado de Edward está a punto de convertirse en el caso más peligroso al que se ha enfrentado jamás. Han desaparecido diecinueve personas, y comparten una sola cosa en común – todos han crecido en el mismo orfanato que Edward. Tratando de encontrar alguna respuesta, Edward descubre que se halló un antiguo artefacto de bastante energía de un remoto naufragio. En medio del creciente peligro, recurre a Aline Cedrac, una brillante antropóloga quien también es una antigua novia suya -y la única persona de la que realmente se fía. En un mundo de viejos demonios, civilizaciones perdidas, conspiraciones oscuras de gobierno, y de amenazas de muerte paranormales, Edward y Aline se alían para enfrentarse al enemigo supranatural diferente a todo lo que han visto hasta ahora un ser cuya propia existencia podría amenazar la humanidad entera.
Supongo que recordareis el voto de confianza que depositamos en el bueno de Uwe después de haber visto «House of the Dead« y comprobar que no es tan fiero el león como lo pintan. Pues bien, hemos tenido que «revidear» su siguiente película, comprobando que, desgraciadamente, no nos habíamos olvidado de ella.
Unos actores realmente horribles, de los que a sólo dos se les podría conceder el privilegio de una muerte rápida: Christian Slater (Edward Carnby) -el cual no entendemos qué necesidad tenía de participar en esta basura cuando venía de salir en «El Ala Oeste de la Casa Blanca», «Alias» y «Cazadores de mentes»- y Stephen Dorff (Richard Burke) -cuya participación entendemos más al venir de un videoclip de Britney Spears-. Tara Reid -«American Pie» 1 y 2-, por su parte, se lleva un personaje femenino que, a pesar de su inteligencia, ni de mujer florero vale.
Estos 3 pobres deambulan por una historia que no tiene ni pies ni cabeza… Hay 19 fulanos desaparecidos, un bicho-demonio (o más, ¿yo que sé?), un doctor chiflado, un museo sin sentido (salen de un laboratorio, llegan a un pasillo que parece de instituto y de repente están en una casa que, en la siguiente toma, parece un plató destrozado y, aún más adelante, se hace intuir como una nave industrial, pero es un museo… ¿o no?), se va a acabar el mundo y empiezan los tiros a oscuras, se abre una puerta pero no, alguien se sacrifica, hay una explosión y la ciudad ha sido evacuada…. ale, lo que muerto estaba, muerto se queda…. ¿cómo? ¿cómo? ¿CÓMO?
No entiendo nada… Tenemos al otro lado un puto mundo de las sombras que lo único que hacen es aparecer en un museo que parece una nave pero es un museo, por medio de un viejo loco, y todo su logro es matar a una monja y hacer que 19 personas se extravíen.
En fin, por no estar, ni bien está la música del incongruente polvo entre Tara y Christian… luego llega algo de doble bombo en la peor escena de la película, que se llena de tiros que dejan una estela digna de las mejores ametralladoras de plasma en la total oscuridad de los planos captados. Ya en los créditos, la banda Nightwish (no muy de mi agrado) nos avisa de que podemos salir corriendo… y menos mal.
Bueno, algo positivo tenía que tener: y es que Uwe se trabaja los planos lo suficiente como para no cortar todas las cabezas que encuentra, cosa que noto en algunas películas modernas y que tiende a parecerse a ver un TS-Screener de los peores… Seré un clásico, qué le vamos a hacer, menos mal que me queda Uwe Boll para rato. Eso sí, la «textura» de producción para TV que tiene la película es digna del mayor estreno de Antena 3 para las tardes de verano…
Si me disculpais, tengo que ponerme ahora mismo con la segunda parte. ^^ Uwe, has dejado el listón demasiado alto con esta película…
pues a mi creo que lo que mas me gusto de esta pelicula es la cancion de nightwish
Otro videojuego víctima de la sequía de ideas del cine actual. Me quedo con el juego. Sin Alone of the Dark, no existiría Resident Evil, o al menos no como lo conocemos.
Pues hoy toca la segunda parte… xD