Sinopsis
Paul y Anne se acaban de mudar a una casita en un pequeño pueblo después de perder a su hijo en un accidente de tráfico. Poco a poco van descubriendo que las cosas no son lo que parecen.
No suelo hacerlos, o no suelo ser consciente de ellos, pero hoy aviso de que hay pequeños spoilers después del salto…
Homenaje al terror de los 70
Todavía estamos aquí es una película de terror ambientada en los años 70 y con un tono bastante clásico que, sin llegar a ser una joya ni aportar nada especialmente novedoso, resulta una sorpresa agradable y muy disfrutable.
La narración tiene una estructura narrativa claramente diferenciada en los tres actos típicos: presentación, nudo y deselance, cada uno de ellos abarcando, más o menos, un tercio del metraje.
Empezamos conociendo a los dos protagonistas, un poco de sus circunstancias y tenemos pequeños indicios de que puede que haya algo raro en la casa. A continuación se desarrolla la historia de la pareja, conseguimos información sobre el pueblo y sabemos a ciencia cierta que sí, hay algo raro en la casa (aunque los protagonistas sigan ignorándolo). Y finalmente, todo explota en una orgía de sangre, casquería, mutilaciones y vísceras sin control. No es explícitamente gore, pero tampoco se queda en el moderado «se intuye pero no se ve», así que el tinte rojo y las entrañas falsas inundan alegremente la pantalla.
En una primera impresión, la cinta puede parecer algo lenta, pero en realidad el ritmo no decae en ningún momento, siempre están pasando cosas de forma pausada y acumulativa, generando una sensación de tensión creciente bastante lograda. Se agradece que se tome su tiempo para crear una atmósfera opresiva y no jugar a dar sustos a golpes de sonido.
Hay un par de agujeros en la trama, pero nada que no pueda rellenarse fácilmente a partir de la información sesgada que nos han dado.