Este film es, a día de hoy, un pequeño clásico del mal rollo, donde lo que no se muestra es lo peor que podrían mostrar… Una idea tan asquerosa como aterradora; con un reparto entregado y un director dispuesto a todo.

La opera prima de Tom Six se sustenta en la increíble interpretación de Dieter Laser encarnando al cirujano experto en separar siameses (o tal vez a alguien que necesita una compañía algo «especial»)

Capaz de ponernos los pelos de punta revelándonos sus planes para nuestros incautos protagonistas con solo unos minimalistas dibujos (y una muy adecuada música) que dejan ver perfectamente todo el horror que se avecina, la puesta en escena es sobria y acentúa la personalidad de nuestro protagonista; ese salón con tres velas encima de la mesa, esos sofás de tres plazas y hasta ese ventanal cubierto con como no, de tres cortinas.

Todo apoyado en una excelente realización que hace de las limitaciones (presupuestarias) virtudes, amén de una gran fotografía, tenebrista y malsana, muy adecuada.

En realidad estamos ante el clásico argumento de científico chiflado pero llevado a límites no vistos con anterioridad, con un humor negrísimo, una mala baba y cara dura ciertamente increíbles. Inédita cómo no, en éste, nuestro triste país.

Una «cultmovie» imprescindible para cualquier cinéfilo que se precie de serlo.