TÍTULO ORIGINAL | Lifeboat |
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AÑO | 1944 |
NACIONALIDAD | USA |
DIRECTOR | Alfred Hitchcock |
GUIÓN | Jo Swerling (Historia: John Steinbeck) |
MÚSICA | Hugo Friedhoffer |
FOTOGRAFÍA | Glen MacWilliams (B&W) |
REPARTO | Tallulah Bankhead, John Hodiak, William Bendix, Hume Cronyn, Mary Anderson, Walter Slezak, Henry Hull, Canada Lee, Heather Angel |
SINOPSIS | Durante la Segunda Guerra Mundial, ocho supervivientes de un barco que ha sido torpedeado comparten un bote salvavidas. También recogerán a un nazi que está a punto de ahogarse, lo que provocará diversas tensiones entre los tripulantes. |
Si me preguntan detalles de esta película, es posible que me acuerde o que no lo haga, pero un momento de la película me quedará grabado en la retina: los ojos de Tallulah Bankhead cuando el negro Joe (a quien decidieron obviar en el póster) «dice unas palabras». Imponente mirada, oscura, terrorífica, acompañada por una iluminación infernal…
(dad las gracias a Trinity por su gif animado…)
Sólo por ese momento, por esos ojos, la película vale los 96 minutos que dura. Al margen de este inmortal momento, qué más podemos decir de la película?
Domina el primer y medio plano. Nunca vemos el bote desde el exterior, para que nos sintamos como uno más de la tripulación.
Fotografía estupenda y una dirección, cómo no, fuera de serie.
Algún spoiler tras el salto…
Es un cliché Hitchcockiano: presentación de los personajes, de la historia, intriga central y resolución; buena o mala, eso ya se verá, pero conociendo a Alfred… buena buena, no será. De una historia de la que no se podría sacar mucho, termina sacando todo un thriller de primera categoría, y todo a partir de que sube el último pasajero al bote. Ya se han terminado las presentaciones, ahora comienza la película.
El personaje de Tallulah es el adobe de esta película, el pilar central de la historia y quizá lo mejor que podamos ver en estos 96 minutos, pero el listón está muy alto, ojo.
La ambigüedad con la que se presenta el alemán es genial… «sólo es un mandado, no toma decisiones…», «no, es un nazi, no son seres humanos, no lo podemos tratar como tal…». La discusión sobre cómo tratar al personaje en el barco se termina cuando se ponen boca arriba las cartas.
Resulta que el alemán era nazi de verdad, y más, era el capitán del submarino que torpedeó al barco de los ahora náufragos.
Hitchcock, no contento con meter a un nazi en el bote salvavidas, decide que ahora él es el que manda, y los demás, pensando que son ellos los que dan las órdenes, se dejan guiar… a dónde? a un barco de aprovisionamiento nazi, nada menos… Es decir, el nazi los deja sin barco, les roba el mando del bote y los lleva a un barco alemán. Estos yankis son mu tontos, pero mu mu tontos.
Tormenta, poca comida, cero agua (seguro?), una pierna menos… y llegamos al final de la película sin contar muchos spoilers…
Y qué final! Menuda tensión! No os lo cuento, mejor miradlo.
Oh, me olvidaba… cómo podrá Hitchcock hacer su habitual cameo en la película si nunca salimos del bote? Fácil, apareciendo en un periódico que anunciaba píldoras adelgazantes… El antes, y el después… xD