Sinopsis de Yo, Frankenstein
La criatura de Víctor Frankenstein, Adam, ha sobrevivido hasta nuestros días gracias a un error genético en su creación. Sin embargo, cuando se ve en medio de una guerra entre dos clanes rivales inmortales (las gárgolas y los demonios), Adam descubre que tiene la clave que podría destruir la especie humana.
¡Frankenstein aplasta!
Yo, Frankenstein es una película de acción fantasiosa, dirigida por Stuart Beattie (más conocido por su labor de guionista de Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra, 30 Días de Oscuridad o Collateral que por su hasta ahora exigua carrera tras las cámaras) y protagonizada por Aaron Eckhart (El Caballero Oscuro, Love Happens o Los Diarios del Ron), Bill Nighy (Piratas del Caribe: El Cofre del Hombre Muerto, Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo o Ira de Titanes) y Miranda Otto (El Señor de los Anillos: Las Dos Torres, El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey o Las Escalofriantes Aventuras de Sabrina). Está basada en el cómic Kevin Grevioux (productor ejecutivo de la segunda y tercera entrega de Underworld), que también participa en la escritura del guión de la adaptación.
Se nos presenta al monstruo de Frankenstein, aquí llamado Adam, como una especie de antihéroe torturado que solo quiere que lo dejen en paz 😅, con una trama que recuerda en líneas generales a la de El último cazador de brujas, además de vampirizar (je) elementos de Underworld o Van Helsing.
No sé cómo será el material original, pero estando el creador involucrado no debe haber muchas diferencias entre tebeo y película. La historia es un locurón de los grandes, con poco sentido, apoyada en un guión flojo y con unos diálogos de lo más chorra. Las gárgolas, enviadas por Dios a defender a la humanidad, y los demonios, que ascienden del infierno para exterminarla, libran una guerra milenaria, atrapando en medio del conflicto a un Adam, que juega a ratos a ser un seudo artista marcial y un gañán galán de telenovela.
La trama avanza a ritmo de videojuego, con continúas batallas y explosiones interrumpidas por cinemáticas que intentan explicar un poco las cosas. Eso sí, hay que reconocer que, técnicamente, los efectos especiales con muy buenos (sobre todo en la caracterización de las gárgolas) y hay escenas de acción bastante impresionantes.
El trasfondo es interesante, con esas dos organizaciones que mantienen una guerra secreta oculta a ojos de la humanidad (vamos, lo visto en la saga Underworld), pero está muy mal desarrollado. La cinta es corta, apenas llega a los 90 minutos descontando créditos, pero se hace eterna.