Más de lo mismo, predecible en todo su espectro, pero con unos efectos especiales fuera de serie.

Así se presenta la última película de Tom Cruise. Si hace poco hablábamos de Jack Reacher, como un calco de Mission Impossible, ahora Cruise «sorpende» con otro calco de…

Continuamos tras el salto.

Cuando terminó la película, tuve el temor de haber visto otra producción del inefable hindú de los huevos de oro, pero por suerte para el mundo no fue así. Joseph Kosinski, quien hace 3 años sorprendió con TRON: Legacy, ahora da un paso atrás con una película basada en un cómic homónimo que él mismo guionizó. Y está fenomenal que los directores quieran hacer cine propio, de cosas propias… pero cuando esas cosas que consideras propias, personales e intransferibles recuerdan a tantas otras películas… hay algo que falla en tu forma de ver las cosas.

Y es que Oblivion debería llamarse Obvivion, porque una vez enlazas 2 o 3 detalles, sabes cómo se van a suceder los demás… Y no falla.

Citaré como referencias, sin entrar en spoilers, unas cuantas películas con las que podemos hacer, sin miedo a equivocarnos, una serie de paralelismos con Oblivion: Dark City, Matrix, Nivel 13 y Los sustitutos. Si encuentras nexos entre estas 4 películas, Oblivion no te sorprenderá en absoluto.

A nivel argumento, como digo, la película no merece demasiado la pena… Ahora bien, a nivel técnico, estamos ante una película impresionante. Los efectos especiales que vemos no son ninguna espumeada explosiva llena de rayos, luces y armas chungas… todo lo contrario… hay pocos efectos especiales, pero los que hay, son perfectos. La física de los vuelos del helicóptero y drones es genial y creíble.

Y para finalizar, antes del tráiler, os dejo la crítica que hizo mi padre en su momento al salir del cine…

– Ya vi Oblivion de Tom Cruise.

– Y qué tal?

– Los efectos bien, la peli es una mierda. No la entendí.

No es que sea una película de difícil comprensión, aunque el modo en cómo cuenta las cosas no sea el más correcto.