En 1892, Lizzie Borden fue juzgada por los asesinatos de su padre y su madrastra.
Lizzie Borden took an ax es un telefilm que recrea el famoso juicio de Lizzie Borden de una forma bastante torpe, aburrida y carente de algún interés. Después de una breve introducción que ni sirve para presentar a los personajes, su situación y sus relaciones, tenemos una típica peli de juicios, pero de las malas. Mal montanda, con una banda sonora completamente fuera de lugar, con una narración mecánica y confusa que no consigue mantener la atención en ningún momento y completamente carente de suspense o intriga. Sabemos que Lizzie es culpable desde el primer momento, ni siquiera juega a esa ambiguedad, y por si no queda claro, se repiten continuamente las escenas de los asesinatos de forma continua, con lo cual la escena final en la que la protagonista confiesa los hechos a su hermana después de ser declarada inocente es poco menos que ridícula.
No hay ninguna explicación para el comportamiento de Lizzie, más allá de dejar caer que era una mentirosa patológica y un poco cleptómana, no se incide en si era mentalmente inestable, si se movió por la ambición, o por un desprecio extremo hacia sus padres, si lo había planificado todo desde el principio o si fue todo un azar torpe por parte de los investigadores del caso. Se deja caer la posibilidad de que el padre de Lizzie estuviera involucrado en negocios turbios, y se menciona el hecho de que se produjese un asesinato con un hacha durante el juicio (con Lizzie encarcelada), pero nuevamente son aspectos de la historia que no se desarrollan.
El telefilm sirvió como piloto para una mini-serie de 8 episodios, The Lizzie Borden Chronicles, que no fue renovada para una segunda temporada.
No la veas. No merece la pena.