Con La fiesta de las salchichas no esperaba mucho más de chistes de caca y pedos. Nada más lejos de la realidad, La fiesta de las salchichas es una bestialidad genial por cualquier sitio por donde la cojas.
El tráiler es un poco engañoso, nos hacen creer que vamos a ver cómo los alimentos, no sólo salchichas, son devorados por los malvados dioses durante toda la peli, pero la realidad es que la escena de la patata y las zanahorias mini no dura más de unos segundos (poco más de lo que se ve en el tráiler). La peli es mucho más que eso, es una aventura gastronómica llena de clichés religiosos, sexuales, raciales, históricos, y en resumen: antropológicos.
Si alguna vez soñaste con un un taco mexicano poniéndose una salchicha como arnés, atravesando un donut, y que esa salchicha-arnés le practicase una felación a una especie de falafel (o felafel, según se mire), La fiesta de las salchichas es tu película.
Después de esta escena, sabrás que ésta NO ES UNA PELÍCULA PARA NIÑOS. De hecho yo mismo me sonrojé en varias ocasiones. En esas en las que la risa me daba una tregua y me dejaba respirar.
En fin, que la aventura va de una salchicha y un bollo de pan de perrito caliente que van en busca de la verdad que se esconde detrás de los muros del supermercado. Los dioses que los recogen allí, los llevan a una vida mejor?
Muy recomendable si te gusta el humor gamberro. Prepárate para reír.