La Casa al Final de la Calle es un thriller psicológico que ese terminó de rodar en 2010 pero no se estrenó hasta 2012, intentando rascar un poco del éxito incipiente de Jennifer Lawrence, que había salido en X-Men: Primera generación el año anterior y estrenó Los Juegos del Hambre ese mismo año. En EEUU no tuvo una mala recepción en taquilla, sin embargo en España se estrenó directamente en el mercado doméstico en 2013.
Cuando una chica adolescente se muda junto a su madre a un nuevo pueblo, descubre que su casa está frente a otra en la que tuvo lugar un doble asesinato. Las cosas comenzarán a complicarse cuando la joven se hace amiga de un chico que sobrevivió a la masacre…
La historia en sí es digna de cualquier telefilm cutre de sobremesa (con el único bonus de contar con Jennifer Lawrence y Elisabeth Shue); durante una larga hora de presentación no pasa absolutamente NADA. Tenemos un típico instituto, la protagonista que se acaba de mudar y busca encajar, conflictos madre-hija y un personaje misterioso y lánguido que está relacionado con un trágico suceso que ocurrió hace unos años en el pueblo.
Entonces, en la recta final, se encadenan una serie de estúpidos giros de guión que echan por tierra casi todo lo que nos han estado contando antes y degeneran la trama hacia lo incoherente y lo ridículo.
En esencia, es un seudo-slasher tipo telefilm con elementos de Psicosis y un final digno de Campamento sangriento, en el que apenas destacan los excesivos (e innecesarios) primeros planos y planos detalle de Jennifer Lawrence paseando en camiseta de tirantes.