Sinopsis

Ilsa es la guardiana del haren de El Sharif, un jequecillo árabe que disfruta secuestrando modelos, actrices e hijas de millonarios para convertirlas en esclavas sexuales.

Ni loba, ni chicha ni limoná

Ilsa, la hiena del harén es la segunda cinta de la rubia pechugona que va cambiando de totem animal como otros cambian de camisa. Ni es continuación de la anterior película, ni tiene nada que ver con ella, más allá de estar dirigida de nuevo por Don Edmonds y de volver a contar con la acolchada Dyanne Thorne como protagonista.

En esta ocasión todo está más suavizado. Hay menos escenas de sexo (aunque sí hay muchos desnudos, sobre todo femeninos) y hay menos escenas grotescas y salvajes de sadismo y tortura (aunque la del leproso y algún momento de la subasta de mujeres tiene tela). Se podría decir que la película está casi más enfocada a la acción, aunque una acción cutre y poco vistosa, lo que le hace perder muchos (más) puntos.

Esta segunda Ilsa tiene menos carácter que la loba, es apenas una mera subordinada del jeque árabe. Además no está «mal follá», como la anterior, sino que se mantiene en secano, con lo cual resulta más fácil que caiga en las redes sexuales del agente yanqui, una especie de versión descafeinada de agente secreto tipo 007, que maneja a la hiena del harén como quiere. Por cierto, resulta simpático que la intervención yanqui no sea para investigar los diversos secuestros y desapariciones de muchachitas, sino para conseguir petróleo más barato. Nada que ver con la realidad.

Oro negro

Nuevamente, Ilsa cuenta con el apoyo de dos guardaespaldas/escoltas/lugartenientes, dos mujeres de raza negra (que se llaman Terciopelo y Satén XD ) que, en contraste, son más activas y dinámicas que las rubias nazis, y lo mismo le dan una paliza a un insurgente que se montan un lésbico baile de los siete velos.

En la línea de la entrega previa, con una clara intención de ser un poco más «para todos los públicos»…