Sinopsis
Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el transcurso de una noche, asesora y cliente trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de la cárcel.
Sé lo que hiciste el último verano
Contratiempo es una típica (y tópica) historia de suspense de habitación cerrada, adornada con unos personajes complejos, mentiras, medias verdades y continuos giros en su desarrollo. El meollo de la cuestión es relativamente predecible a poco que uno esté atento y tenga unas mínimas dotes de fisionomista, pero aún así la gracia está en ver cómo avanza la trama y hasta dónde llega.
Un punto negativo, pero muy negativo, es la declamación monocorde de Mario Casas, que tanto da que interprete a un joven empresario de éxito, a un matón a sueldo o a un aventurero vividor. Siempre, siempre suena como un adolescente rebotado barriobajero. Y hace de narrador en la mayor parte de la película. A veces, el doblaje no es una opción tan mala.
A pesar de ello, el resto del reparto cumple sobradamente, el guión engancha y los 100 minutos de metraje se pasan volando. Quizás sobraba, por innecesaria, la revelación de lo que pasó realmente cuando echaron el coche al pantano.
El trailer es magistral. Deberían usarlo como ejemplo a la hora de explicar cómo se hace un buen trailer que despierte interés sin explicarlo todo, todo, todo.