Sinopsis
El climatólogo David Koch descubre que la última glaciación se produjo repentinamente debido a un brusco cambio en la polaridad de la Tierra, y que está a punto de ocurrir el mismo suceso…
Muy por debajo de cero
Cero absoluto es una producción que tiene un interés, un desarrollo y un rigor científico que se acercan apasionantemente a lo mismo que indica su título, así que no se puede decir que sea decepcionante, aunque seguro que no es lo que pretendían sus responsables. Y no es que a una película de serie Z sobre catástrofes globales se le exiga algún rigor científico, pero hay extremos que resultan incluso demasiado vergonzosos para considerarlos aún en los términos más ligeros y jocosos.
Reconozco que vi la peli presa de curiosidad morbosa por comprobar qué había hecho Erika Eleniak después de Dracula 3000. Contra todo pronóstico, ha sido un descenso en barrena en el rumbo de su carrera.
En fin, el climatólogo David Koch descubre, gracias a unas pintadas hechas por unos vándalos prehistóricos en una cueva debajo del ártico, que la edad de hielo se produce de forma más o menos periódica por la inversión de los polos magnéticos. Y que no es un proceso paulatino que dura años, sino que ocurre en un flash. Como nadie le cree, ni financian sus intentos de buscar una forma de salvación para la humanidad, el científico contruye un pequeño cohete para salvar a su hijo… ups, no, eso era otra historia…
Por azares de las cosas narrativas, la cámara de investigación donde el doctor Koch recrea cómo se llega al cero absoluto (el único momento realmente destacable de la cinta) resulta ser inmune a la congelación del planeta, así que el protagonista reune a dos de sus alumnos, un viejo amigo, su mujer (que, oh, casualidades, también era una antigua novia a la que dejó porque la ciencia le ponía más caliente… ¿lo pillas? ¿lo pillas?) y la hija de ambos. Vamos, que el plan es encerrarse en un zulo que no está habilitado, ni tiene provisiones, ni ninguna de las comodidades mínimas necesarias.
De todas formas, la inversión magnética apenas dura un parpadeo y, en realidad, solo es un giro 90º o algo así, porque el resultado, contra toda lógica, es que el ecuador se cubre de hielo, y los polos se convierten en regiones tropicales. Y además, parece que no se muere casi nadie, porque sigue habiendo helicópteros, y ciudades, y noticiarios, y…
No me extraña que haya defensores de la Tierra plana y demás memeces.