Under the skin (2013), mujer blanca soltera busca

under the skin - cartel

TÍTULO ORIGINAL Under the skin
AÑO 2013 NACIONALIDAD Reino Unido
DIRECTOR Jonathan Glazer
GUIÓN Walter Campbell y Jonathan Glazer, sobre la novela de Michel Faber
REPARTO Scarlett Johansson, Paul Brannigan, Robert J. Goodwin, Krystof Hádek, Scott Dymond, Michael Moreland, Jessica Mance, Jeremy McWilliams, Adam Pearson
SINOPSIS Una mujer recorre Escocia en furgoneta atrayendo a diversos hombres que va seleccionando a una siniestra trampa.

Extraña y agobiante película que, básicamente, es como un trailer de 108 mins para el libro en el que se basa. La ausencia de un narrador externo o de alguna explicación por parte de la protagonista de sus actos hace que sea complicado entender lo que pasa o por qué pasa. Claro que, al mismo tiempo, esto contribuye a crear una impresionante atmósfera inquietante, opresiva y angustiosa.

«Under the skin» engancha visualmente al espectador y lo sumerge en el ambiente que crea, al margen de cualquier narración convencional fácilmente comprensible. De hecho, se hace (muy) necesario consultar por lo menos un resumen del libro de Michel Faber para entender completamente ciertos momentos, pero la finalidad de la película no es contar una historia normal, sino transmitir una sensación de alienación (en el sentido más amplio posible), al tiempo que analiza qué es lo que nos hace humanos.

En esencia y sin desvelar demasiado, vemos como una criatura depredadora sin emociones elige a diversas presas en base a ciertas características y las atrae, cual mantis religiosa, a lo que parece su guarida (impresionantes las escenas del espacio negro aparentemente infinito). En cierto momento, la criatura se va «humanizando» e intenta escapar de su tarea y buscarse a sí misma.

La combinación de la fotografía, la banda sonora, y la ausencia de emociones en la interpretación de Scarlett Johansson compone un resultado sublime. No es una película para todos los gustos. Es lenta hasta lo enfermizo. No hay una historia que seguir o entender, sino que es el espectador el que la va construyendo en base a lo que ve y, sobre todo, a lo que intuye. Y ni siquiera hay una confirmación o una explicación de si las conclusiones a las que uno va llegando son correctas o no.

Deja un comentario