Sinopsis de «Un pliegue en el tiempo»
Tras la desaparición de su padre científico, tres seres peculiares, la señora Qué, la señora Quién y la señora Cuál, envían a la joven Meg, a su hermano Charles y a un amigo que pasaba por allí, al espacio, para intentar encontrarlo.
Fin de semana de película en la mejor sala que tenemos en la ciudad, el chipirifláutico Cine-teatro Salesianos de Vigo. En esta ocasión intentamos disfrutar con una de las últimas propuestas de la factoría del ratoncito.
Drag-Queens cuánticas
Un pliegue en el tiempo contiene una sobredosis espectacular y colorida de efectos visuales que supongo que saca el máximo partido al 3D produciendo un espectáculo de lo más lisérgico. Y eso es todo lo bueno que puedo decir de la película.
Porque, damas y caballeros de la audiencia, esto SÍ es una película Disney, y no otras producciones en las que muchos vierten no sé que traumas de su lejana infancia para vilipendiarlas hasta extremos irracionales. Cada vez que alguien dice «es que Disney lo ha estropeado» habría que ponerle el bucle esta joya o Pedro, perdón Peter y el dragón…
Moralina burda digna de libro de auto-ayuda, música machacona para tapar los vergonzantes diálogos (el editor de sonido parece el que trabaja en todas las películas españolas), una trama simplona disfrazada con tecnocháchara farragosa aludiendo de forma tangencial a conceptos de seudociencia, que no interesa a los mayores y aburre a los pequeños, abuso de primeros planos que no tienen razón de ser…
Y un montón de temáticas, que se presentan sin ton ni son de forma apabullante y contradictoria, sin llegar a desarrollar ninguna de ellas: el motor del universo es el enfrentamiento entre la luz y la oscuridad… no, no, son unas leyes matemáticas precisas y asépticas… pero bueno, tampoco, la imaginación y las emociones pueden más que las leyes físicas… y así todo…
Y lo peor de todo, un intento de hacer una historia inclusiva que incluya la representación de diferentes colectivos, pero sin tener ni idea de cómo hacerlo. Esta película SÍ es un ejemplo de «vamos a poner un personaje negro, otro gay y otro hispano para tener contento a todo el mundo», aunque no sepamos por qué ni aporte nada más allá de su presencia.