Suscripción gratuita, porque con Train to Busan voy a suscribir todas y cada una de las palabras que D.Ego aportó en su crítica hace un par de días, añadiendo un par de mierdas.
Train to Busan es una buena película, entretenida, opresiva, llena de hijosdeputa, que empieza como una tortuga que paulatinamente se transforma en una bola de nieve hasta convertirse en un alud de acción imparable. Y con zombies… ¿qué más se puede pedir?
Tiene momentos de tensión real, donde empiezas a morder uña y no paras hasta que notas el codo haciéndote cosquillas en la garganta. Momentos principalmente patrocinados por el pasajero hijodeputa nº1.
Tiene momentos crudos, que no voy a mentar para no spoilear a nadie. Personajes entrañables que terminan con un amargo final (¿cuales de todos ellos serás?), otros que se llevan lo que han estado cultivando toda la película, y un pequeño etcétera de justicias e injusticias. De ahí la crudeza, de ahí la realidad de esta ficción.
El final?
Duro, cruel y necesario.
Train to Busan no pretende crear escuela, pero sin pretender ser una gran película ha conseguido serlo, o al menos ha llegado a ser una de esas pelis de zombies que no apestan a refrito, y eso es un handicap muy grande en este género.
Realmente recomendable.
Como único contra, por ser amable, diré que la utilización del croma en Train to Busan, en varias ocasiones, es horrible, pero por contrapartida, a modo compensatorio, la interpretación de la niña es espectacular.
Al padre ya se le veía amarillo de principios de la infección…
Juas!