Hago un jason-interruptus en el ciclo Viernes 13 que se está haciendo D.Ego para hablar en este post no de una, sino de 2 películas que comparten nombre en VO: The Town That Dreaded Sundown. En España se conoce la primera como Terror al anochecer (1976) y Espera hasta que se haga de noche (2014) la segunda.
Continúo tras el salto.
Hagamos una visual rápida de la primera, luego entramos un poco más en materia: película slasher con un psycho-killer ataviado con la primera máscara de Jason (4 años antes que el propio Jason), hace sus fechorías y tal.
La coña viene con la versión de 2014: se llama literalmente igual, entonces, es un remake? No. Es una secuela? No. Se han sacado de la manga una especie de Resines para hacer su segunda película respetando todo lo de la primera. Una meta-secuela sería lo más correcto. La primera película existe en la segunda, pero existe como eso mismo, como película. Décadas más tarde aparecen varios muertos y las descripciones del asesino concuerdan con el cabeza-saco. Ha salido de la pantalla? Es un imitador?
Sabiendo sólo esto, es imposible que me digas que no te interesa un mínimo la película. Las películas. Sólo por eso, me veo en la obligación de recomendarlas.
Os dejo los tráilers de ambas películas y continúo sin spoilers (creo).
Primera película, 1976
Segunda película, 2014
La película de 1976 se basa en hechos reales, ocurridos en 1946 en Texarkana, Texas. Una serie de asesinatos a manos del que se dio a conocer como Phantom Killer o Phantom Slayer. Nunca se conoció su verdadera indentidad. A estos hechos se los bautizó como Texarkana Moonlight Murders.
The story you are about to see is true, where it happened and how it happened…
The Town That Dreaded Sundown, 1976
Aunque la película indique que cuentan la verdad y todo eso, lo cierto es que es una adaptación muy libre de los hechos. A nosotros nos da un poco igual, la verdad, sólo vamos a ver una película (o dos), pero sí es interesante mencionar que a la memoria popular han pasado como reales los hechos de la película que los reales. Sería como una leyenda urbana con base real.
Para ser sincero diré que la primera película sólo me interesó en un principio por el póster, y por el tremendo parecido que me tenía con Jason Voorhees y su máscara de saco de tela.
Al leer la sinopsis me dije: bueno, un slasher más no le hace mal a nadie. Después conocí la versión de 2014 y supuse lo que cualquiera: un remake innecesario. Leí la sinopsis de esta segunda y me explotó la cabeza y se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Menuda genialidad.
A nivel historia, la de 1976 es un slasher más, sin demasiada ambición. O sí, porque recordemos que además del giallo italiano, en los USA sólo tenían La matanza de texas (1974) y poca cosa más.
Sí, vale el género slasher es muy amplio (y ambiguo), pero sí acotamos a asesino enmascarado que mata adolescentes salidos… ya se reduce un poco la lista.
A nivel técnico la película es horrible. Secuencias con cámara en camioneta que baila más que un borracho en primera fila de una orquesta. Primeros planos demasiado primeros, y demasiado planos. Una voz en off (tanto en VO como doblada) presentando a los personajes que aburre, haciendo que la película se vea más como un documental que como una película de terror. El guión es una mierda, demasiado ordenado, plano, sin sorpresas… parece querer insistir en la parte documental. Las partes de comedia que han querido meter entre escenas son ridículas, y no para bien.
A nivel humano, no escogieron a los mejores actores, la verdad. Ni les dieron las mejores frases.
A nivel slasher, como dije, es un slasher más, un proto-slasher. Resulta curioso ver cómo elementos que aquí se ven novedosos después sentarían las bases para un género mucho más amplio.
De modo que The Town That Dreaded Sundown (1976) merece visionado más como película histórica que como película de terror, pero sí, merece visionado.
Alfonso Gómez-Rejón, director de cine y TV. Director de muchos episodios de American Horror Story, director del piloto de Hunters. Director de la segunda unidad de Argo. Él es el encargado de la dirección de la meta-secuela, que sólo por el planteamiento merece visionado. Si además le añades un currículum un poco interesante, pues tienes un producto con calidad medio-asegurada.
Roberto Aguirre-Sacasa escribe el guión de esta meta-secuela. Escritor de teatro, cine, televisión y cómic (estuvo en la nómina de Marvel una buena temporada). En cine estuvo a cargo de la adaptación de Carrie, para la versión de 2013.
Ambos conforman un tándem ganador, que aunque la puntuación media de filmaffinity e imdb le dan un aprobado justito, recordemos que estas críticas las hacen críticos de cine, no especializados. Si nos vamos a RottenTomatoes ya llegamos casi al Bien y si nos sumergimos en páginas de terror, la nota sube y sube hasta el notable.
A día de hoy, es muy complicado hacer una película de terror, slasher, que sea sorprendente. Ya hemos visto todo, y en 3D, anaglífico y estereoscópico. Podemos hacer un análisis de sangre con ver un chorretón en 4K a cámara lenta y ver si tiene el colesterol un poco alto, y si el slowmo es lo suficientemente slow, hasta te da tiempo a pedirle una cita con el endocrino para que le planee una dieta adecuada.
Alfoso y Roberto lo tenían jodido. Hacer una película secuela de algo que ya estaba en el imaginario popular y que se había ganado sus adeptos durante décadas es complicado. Había que inventarse algo, y la meta-secuela salió a relucir.
De hecho, la idea de la meta-secuela quizá les vino por la propia película original. Al final de la misma, un montón de gente hace cola para entrar al cine a ver una película… cuál será?
Si bien el guión de la nueva tiene sus penas, la dirección, reparto y visual tienen sus alegrías.
Gráficamente la película es una bomba, súper disfrutable. Los actores lo hacen guay (quizá la prota es un poco bluff a veces, pero lo visual compensa) y la peli aguanta el ritmo fenomenalmente.
Todo esto hace que esta segunda parte de The town that dreaded sundown (2014) se disfrute mucho, incluso más que la primera. No resulta sobresaliente porque cojea en algunas cosas, pero desde luego es un slasher que no sobra, y con un planteamiento muy locuaz.
Así que resumiendo, ambas pelis son cojonudas para hacerse un mini-ciclo slasher con los colegas y ponerse ciego a vino.