Han pasado ocho meses desde la detención del asesino de Lakewood y la pandi de Emma se va de excursión a una isla donde Noah y Stavo pretenden investigar la matanza cometida por Anna Hobbs en los años 30 para su segundo libro sobre asesinatos macabros.
El círculo se va cerrando lentamente y, aunque se despejan algunas dudas, no se revelan muchos de los interrogantes que revolotean por la serie casi desde el principio.
Después de varios meses en tratamiento, Emma vuelve a Lakewood. El cómplice del asesino de la primera temporada es acosado por alguien que sabe la verdad de todo lo que pasó. Y el misterioso pasado de Lakewood sigue afectando de una forma u otra al presente.
Con mucho esfuerzo, no habrá spoilers.
Hace cosa de dos años, cuando salió la noticia de que se iba a hacer una serie basada en Scream y que la iba a producir la MTV, la cosa me echó un poco para atrás; a priori no me parecía la cadena más adecuada para una serie de este estilo que, aparte, no es un género que veía fácil de adaptar al formato episódico. No obstante, el proyecto estaba avalado por Wes Craven e, incluso, Kevin Williamson iba a ser responsable de escribir el piloto, así que había que darle una oportunidad. Y no resultó mal la cosa.
En su momento ya le dediqué un par de reseñas a los pros y los contras que le vi a esa primera temporada, así que no voy a incidir más en el tema. En mayo de este año se estrenó la segunda temporada, con dos episodios más, aprovechando los diversos cabos sueltos que habían quedado abiertos.
Esta temporada tiene un ritmo más pausado. Los nuevos personajes se han ido presentando muy poco a poco. Se incide más en el suspense y la intriga y menos en las muertes. Después de siete capítulos solo tenemos cuatro muertes (la última sin confirmar), y una es de un testigo que pasaba por allí. El asesino se ha dedicado casi exclusivamente a acosar al (presunto) cómplice del asesino de la primera temporada muy en plan «Sé lo que hiciste en la temporada pasada». No es hasta el séptimo capítulo y la tercera/cuarta muerte cuando parece que va a empezar a sembrar cadáveres en serio, pero tampoco queda nada claro; de hecho, no ha sido hasta el final del cuarto episodio (con un homenaje genial a Carrie) cuando se ha hecho público en Lakewood que alguien está (aparentemente) intentado repetir la masacre previa.
Los personajes, prácticamente todos, siguen teniendo cosas que ocultar, planes ocultos e intenciones nada claras, lo que hace que (casi) todos sean sospechosos de una forma o de otra.
Este año me voy a mojar un poco y voy a hacer un disparo aleatorio al aire y señalar como sospechosas a Emma o Brooke. La cosa está difícil porque, al margen de los personajes raritos/sospechosos/mentirosos, no resulta muy evidente el objetivo del asesino: acosa a la (presunta) cómplice del primer asesino, y sus víctimas no tienen mucha relación aparente entre sí, excepto que son cercanas a Brooke. Emma, por su parte, se está comportando de forma demasiado errática hasta para ella; es posible que alguien (quizás el verdadero cómplice oculto de la primera temporada) le haya contado la verdad de lo que pasó y hasta alguno de los secretos de hace veinte años relacionados con Brandon James (que también parece que aún tienen mucha tela que cortar) y se le haya ido la pinza del todo.
¿Qué será será? Veremos. Esta semana se ha emitido el noveno capítulo y solo quedan 3 para el final. Os emplazo a finales de agosto para contaros mi opinión sobre el desenlace de la serie.
Aprovecho para hacer una reseña tranqui de esta serie, ahora que la emisión ha pasado el ecuador (son 10 episodios, esta semana ha salido el séptimo pero aún no lo he visto); supuestamente, en base a productos similares, la recta final estará cargada de revelaciones y respuestas, y la mayor parte de lo que nos han contado hasta ahora era mentira, o una verdad a medias… o no. En todo caso, la percepción de la serie puede cambiar según el enfoque que le den a la conclusión, así que considero interesante hacer una valoración de lo que hemos podido ver hasta ahora, una valoración que puede variar o no en cuanto tengamos todo el tapiz completo (el 1 de septiembre), y entonces haremos una segunda parte de esta reseña.
O por lo menos esa parece la intención de la cadena MTV.
Tony DiSanto y Liz Gateley, antiguos ejecutivos de la cadena, son los responsables de levantar el proyecto y actualmente están buscando guionista y director para el piloto, ya que parece que ni Kevin Williamson ni Wes Craven van a implicarse en el asunto.
Personalmente creo que la MTV sólo caga todo lo que toca, así que no me meteré en mayores valoraciones, léase Æon Flux.
La película en España, a falta de mejores títulos, se llamará ‘MS1: Máxima Seguridad‘,y estará protagonizada por Guy Pearce y Maggie Grace. En Estados Unidos tiene como fecha prevista de estreno el próximo 20 de Abril. Y la sinopsis me recuerda sospechosamente a Fortaleza Infernal 2, de Christopher Lambert, con medio refrito de 2014 Rescate en LA, de Kurt Russell, y si no, leed: la historia se centra en un hombre acusado de espionaje contra Estados Unidos que despierta en una cárcel espacial, rodeado de los reclusos más peligrosos del planeta tierra. Su estancia allí puede ser corta si consigue rescatar con vida a la hija del Presidente, a la que los reos han tomado como rehén. (Hola? John Carpenter? No tienes nada que decir al respecto? Y Snake?)
En fin, suerte.
Ah, el proyecto lo dirigen a duo James Mather y Stephen St. Leger, y está producido por el siempre genial Luc Besson.
Las películas de Teen Wolf, para mí, fueron grandes películas; ambas protagonizadas por Michael J. Fox. Cierto es que la primera parte es notablemente superior a la segunda, pero ambas eran entretenidas. Pero lo que pretende vender la MTV es un híbrido entre Crepúsculo, Hanna Montana y Buffy, y conste que me gusta Buffy.
Estamos ante otro claro ejemplo de falta de originalidad para crear nada, e intentar aprovechar el tirón de Crepúsculo camuflándolo con un Hit de los 80.
Joder, si hasta la foto promocional es igual, leñe…