Archivo de la etiqueta: Igor Khripunov

Baba Yaga (2020) – folclore eslavo actualizado

Cartel de la película Baba Yaga

Baba Yaga es la nueva propuesta rusa en cine de terror, y aunque se deja ver, no es nada del otro mundo.

Recuerdo hace años, cuando se estrenó Guardianes de la noche, y se vendió casi como El Padrino del cine de terror, la película que lo va a cambiar todo… y recuerdo salir del cine con los amigos bastante cabreados por la inversión pérdida de pasta y de horas de vida. Menudo cagao’ que nos comimos. Después vino Guardianes del día y ya pasamos de todo.

Imagen de la película Baba Yaga

Una joven familia se muda a un nuevo departamento a las orillas de la ciudad. Como los padres tienen una bebé recién nacida, contratan una niñera que rápidamente gana la confianza de los adultos. El hijo mayor descubre un comportamiento sospechoso en la nueva cuidadora pero sus padres no le creen. Pero un día el hermano mayor regresa a su casa y se da cuenta que ni su hermanita ni la niñera están en el hogar. Y lo que es peor, sus padres se encuentran en un extraño trance y no recuerdan a la pequeña.

Svetlana Ustinova interpreta a Baba Yaga en la película
Svetlana Ustinova

A partir de ese momento, el crío protagonista, junto con una serie de compañeros de la escuela, tendrán que hacerse un IT para resolver el misterio, descubrir la verdad y volver a la normalidad.

Baba Yaga (Baba Yagá, o Бáба Ягá) es un personaje recurrente del folclore ruso, y la mitología eslava. También ha aparecido en series como Supernatural (última temporada, creo) o en diversos cómics y películas de Hellboy. Se la suele representar como una vieja fea que come niños, pero en el caso de esta película se personifica en la piel de Svetlana Ustinova, que ni vieja, ni fea… lo de los niños está por ver.

Cuando el personaje entra en escena, no oculta su maldad, ni al niño ni al espectador. Se muestra como una arpía manipuladora, pero consigue engatusar a todos para que bailen al son de su música.

Aunque rusa, la película toma elementos narrativos y visuales del cine de terror actual, por lo que la pesadez y lentitud de la que suele adolecer el cine ruso no la tenemos presente en absoluto. Esos préstamos podemos tenerlos como clichés del género, pero al no haber un abuso de los mismos, y ser una nacionalidad que no acostumbra a utilizarlos en su cine, no es justo decir que la película sea de plantilla.

Baba Yaga no es una película maravillosa, pero sí es entretenida, tiene sustos interesantes y se lleva muy bien durante los 90 y algo minutos que dura. No diré que es súper recomendable, pero si la tienes que ver, o si la quieres ver, creo que no te arrepentirás. Eso sí, aunque sea complicado para algunos, mírala en VO, y no con doblaje inglés, latino o castellano; con el doblaje perderás bastante intensidad en las interpretaciones.

El tráiler

Os lo cuelgo en inglés, porque el ruso no tiene subs.

[imdb]tt8006374[/imdb]

Kalashnikov (2020) – simplemente correcta

Cartel de la película Kalashnikov, de 2020

Kalashnikov, lanzada al mercado internacional como AK-47, es una película biográfica del creador del fusil de asalto, de cómo y por qué llegó a él. Dirigida por Konstantin Buslov sobre guión de Sergei Gorbunov y demás comparsa. A pesar de lo que puedas presuponer, no se trata de una película bélica, sino de una biografía en entorno bélico.

Es una película muy justita en todos los aspectos, y por suerte para ella, el interpretativo no es uno de ellos, ahí sobresale por encima de la media. La cinta se sostiene sobre los hombros del protagonista, Mikhail Kalashnikov, interpretado por Yuriy Borisov, y a ratos por Katya, interpretada por Olga Lerman. El subargumento amoroso, aunque fiel a la realidad en esta película, no aporta absolutamente nada. Si a esto le sumamos que la química entre ambos actores no es la mejor, pues tienes una serie de escenas olvidables. Ojo, son buenos por separado, pero juntos baja la media; la pena es que están bastante juntos.

Kalashnikov comienza con un flashback en el que vemos al niño Mikhail apuntando maneras, creando una escopeta funcional, con trozos de chatarra de la granja en la que vive. Esta breve escena da un salto hasta mitad de la segunda guerra mundial, 1941, en la que vemos a Mikhail siendo testigo de cómo un superior muere tras encasquillarse «el arma más novedosa diseñada en la URSS». Al estudiar el mecanismo, descubre unos fallos estructurales y de diseño y se propone hacer una versión mejorada.

Mikhail Kalashnikov, el de verdad

A partir de ese momento, la película alterna la vida personal de Mikhail con Katya, delineante, y con los avances en las diferentes armas que va creando, hasta llegar al final de la película en 1949 con la creación y producción en masa del arma que creo que todos podemos dibujar en nuestra imaginación: el AK-47, más conocido por el apellido del creador, Kalashnikov.

La película se centra, como vemos en tan sólo 8 años de la vida del diseñador de armas, y no tiene en cuenta, y casi no relata, la infancia más allá del citado flashback, y nada posterior a «sus vacaciones» para ir a casa en 1947.

Durante toda la película, somos testigos del ensalzamiento de la cultura y movimiento soviético, y no vemos nada feo, turbio o fuera de lugar, al contrario, es todo un camino de rosas. Cuando Mikhail se presenta en un cuartel, fusil en mano, pidiendo a voces hablar con el Coronel Nosequé (o Comandante, o Capitán), en lugar de mandarlo a criar hongos al gulag, le da una palmadita en la espalda y le asignan más proyectos.

Blanqueamientos aparte, Kalashnikov es una película biográfica interesante y entretenida. Tener a la hija del diseñador entre los asesores, entiendo que aportará algo más de realidad, en cuanto a los aspectos personales del prota. Los 110 minutos que dura me pasaron bastante rápido, en parte gracias al ritmo de a película, que no se hace nada lento, como se pueda presuponer de una película rusa, y una biografía.

Recomendarla no, pero no te vas a arrepentir si le das al play.

El tráiler de Kalashnikov