2012 (2009), Emmerich al cubo

«2012» es la obra maestra de Roland Emmerich en el género que domina. Es cine palomitero en su máxima expresión: un grandioso, exagerado y absolutamente entretenido desfile de destrucción. Es una mala película con un guion horrible, pero una experiencia cinematográfica fabulosa.

12 Years a Slave (2013) – el horror de la vergüenza de la esclavitud de Estados Unidos

Una de los motivos por los que me encanta el cine es porque te transporta a otras épocas como si de una máquina del tiempo se tratase. Si además se trata de hechos reales, mejor que mejor, y en este caso se basa en la biografía que dejó escrita Solomon Northup, un hombre negro, libre, culto, con familia y un prometedor futuro por delante como violinista. Lo más importante: te hace sentir como si hubieras estado allí.