Sinopsis de «Raiders of the lost shark»

Un tiburón prehistórico es liberado durante una perforación petrolífera, y posteriormente es manipulado genéticamente para hacerlo aún más temible… juas.

Evitar a toda costa

Raiders of the lost shark tiene toda la pinta de ser una producción muy amateur, lo cual la situa un par de peldaños por debajo de la media de cualquier producción de The Asylum. No tiene mucho mérito cargar contra una película que parece hecha por un par de tipos aburridos que un día deciden juntar a unos amigos y rodar diversas escenas sin mucho sentido, emoción, interés ni coherencia. Un claro homenaje a Ed Wood en todos los sentidos posibles. Todo empieza con una serie de carteles que nos advierten que lo vamos a ver está basado en una historia real, que los nombres de los personajes han sido cambiados y tal… y acaba con un «¡Ja, era coña!». Ese es el nivel.

El escualo está atrapado en un lago dentro de una isla apartada, rodeada de medidas de seguridad extrema y de difícil acceso… y aún así está llena de parejas de turistas en barca. El nivel de actuación es de grupo de teatro de primero… de primaria. El jefe de policía y su ayudante son los encargados de proporcionar el alivio cómico, con interludios jocosos con tanta gracia como [insertar técnica de automutilación favorita]. La calidad de los efectos especiales está solo un poco por encima de usar un tiburón troquelado moviéndolo por delante de la pantalla, especialmente en las escenas en las que vuela. Sí, porque además la criatura vuela, pero solo de vez en cuando y sobre todo hacia el final.

Sin duda, la mejor escena es cuando una de las protagonistas sale del agua después de escapar del tiburón, no consigue usar su móvil y se va caminando por el bosque hasta llegar a un descampado donde encuentar una mesita con un teléfono… que no funciona porque no está conectado :O