Las novelas de King, adaptadas a la gran o pequeña pantalla siempre, SIEMPRE, suponen un bajón; salvo cuando hablamos de adaptaciones de cuentos o relatos cortos, donde suelen sobresalir por buenos.

Misery es un ejemplo de lo primero.

Misery es una novela cojonuda, acojonante, terrorífica, con una carga de suspense y terror digna del más retorcido Alfred Hitchcock mezclado con Ted Bundy. Por otro lado tenemos una película donde lo más terrorífico que hay es Kathy Bates, que nos evoca a otros personajes terroríficos sólo por su apellido, pero no por el personaje (que se queda un poco flojo en comparación con lo escrito), aunque es cierto que destila mala hostia y dan ganas de reventarla con un mazo (este papel le dio el Óscar y el Globo de Oro a la mejor actriz en 1990 – únicos premios que llevó).

No es una mala adaptación, la verdad sea dicha, pero apesta a telefilme, no a producción de cine, y eso no ayuda a quitar la sensación de película cutre de después de comer en Antena 3 que tiene el color y la dirección de la misma. Parece eso mismo, una película cutre para después de comer.

Sí, tiene el tono de suspense/terror que resulta obligatorio en una adaptación de King, y otra vez, sí, Kathy Bates se sale, pero lo demás es un poco cutre. Creo que la afirmación «sólo para fans» sería bastante correcta y acertada en este caso, porque alguien que no haya leído la novela o no guste del género suspense/terror, sólo verá ‘una peli cutre de esas con una loca’.

Si eres de estos últimos, te recomiendo que leas la novela (en 3 noches te la ventilas) y después veas la película. La novela es mucho más dura y gore que la película, ya lo descubrirás, pero disfrutarás algo más de la peli al poder ponerle cara a los personajes… sobre todo a Bates.

Si ya eres fan de King o conoces la novela, pero no has visto a película, te lo recomiendo encarecidamente.

Y por último, si eres fan y la viste la película, no la veas de nuevo, no ha envejecido bien, y probablemente estropees el recuerdo que tienes.