Sinopsis de «Los intrusos»
Ed y Sarah han sustituido el estresante ritmo de vida londinense por una granja aislada en los campos de Escocia. Cuando cae la noche, el paisaje idílico se vuelve inhóspito, y la pareja empieza a sospechar que no está sola.
Ingleses vs Escoceses
Los intrusos tiene un par de cosas importantes en contra: por un lado, empieza con un cartel avisando de que está basada en hechos reales, con lo que huele (en principio) a telefilm de sobremesa; y por otro lado, los dos últimos minutos te hacen pensar «¿pero qué coño me habéis estado contando durante la última hora y pico?».
Por suerte, esa hora y pico, sin ser ninguna maravilla ni un derroche de originalidad, sí es bastante maja. Con una presentación tranqui de la pareja protagonista instalándose en una casa antigua en un páramo olvidado en medio de ninguna parte. También hay un montón de pequeños elementos de intriga que pasan casi desapercibidos, pero que sirven de preludio para lo que va a pasar en la segunda mitad de la cinta (y para, sigh, la explicación final).
Empieza a haber ruidos raros la primera noche, confusión (¿despistes a la hora de cerrar las puertas, olvidos o es otra cosa?), dudas sobre si hay alguien en la casa o no, de repente uno desaparece… La atmósfera de tensión, inquietud y desasosiego va in crescendo y está bastante lograda. No hay escenas de sobresaltos gratuitas y sí se aprovecha muy bien todo el escenario, los recovecos de la casa, los espacios abiertos en sombras, la persecución por los bosques de los alrededores…
Sin embargo esos dos minutos finales, donde se explica el destino de la pareja protagonista, estropea completamente el buen sabor de boca previo. Sin esa explicación sería una película de notable alto, pero se queda en un aprobado raspado.