Ingrid Goes West es una película dirigida por el debutante Matt Spicer, que cuenta con las excelentes actuaciones de Aubrey Plaza (Scott Pilgrim Contra el Mundo, Life After Beth, Mike y Dave buscan rollo serio) y Elizabeth Olsen (Silent House, Martha Marcy May Marlene, Wind River).
Ingrid Thorburn, una joven mentalmente inestable, se obsesiona con Taylor Sloane, una estrella de las redes sociales que aparentemente tiene una vida perfecta. Ingrid decide abandonarlo todo y trasladarse a la oeste para hacerse amiga de Taylor en la vida real. Su comportamiento se volverá cada vez más inestable, inquietante y peligroso.
La peli realiza una crítica más ligera de lo que pretende sobre el postureo y petardeo asentados en la mayor parte de redes sociales que nos invaden hoy en día. Esa ligereza que menciono en la crítica está determinada por el hecho de que la protagonista padezca una evidente enfermedad mental sobre la que no se profundiza.
No se trata de una parodia caricaturesca, aunque el tema se presta, sino que, con alguna pincelada de humor negro, se orienta más hacia el drama. Nos presenta la incómoda historia de una chica desesperada por buscar la aceptación social buscando la amistad y la aprobación de alguien que sí parece tener esa aceptación en las redes; un camino que le lleva a falsear su vida de forma obsesiva y enfermiza.
El desarrollo es simple y lineal, con nada que destaque ni sorprenda de forma especial. La película no llega a aburrir, porque no es muy larga (poco más de 90 minutos) y está bien planteada y narrada. Aún no siendo especialmente recomendable, sí merece la pena verla.
Trailer de Ingrid Goes West
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La verdad es que a esta le tengo bastantes ganas, chicos!