Giallo es un thriller de intriga y terror, es decir, un giallo (perdón por la redundancia cíclica). Está dirigido por Dario Argento, conocido por sus trabajos dentro de dicho género (El Pájaro de las Plumas de Cristal, El Gato de las 9 Colas, Cuatro Moscas sobre Terciopelo Gris) , y su influencia en películas de terror y slashers. Protagonizan Adrien Brody (El Pianista, Viaje a Darjeeling, Splice. Experimento Mortal), Emmanuelle Seigner (Frenético, Lunas de Hiel, La Novena Puerta) y Elsa Pataky (Beyond Re-Animator, Romasanta. La Caza de la Bestia, Serpientes en el Avión).
Celine, una top-model internacional, es secuestrada por un sádico asesino en serie conocido con el sobrenombre de “Amarillo” (o sea «Giallo») que tortura a sus víctimas durante días antes de matarlas. Linda, hermana de Celine y azafata, había quedado con ella en Torino antes de su desaparición. Preocupada acude a la policía y conoce al inspector Enzo Lavia, un excéntrico detective que no se lleva bien con el resto del departamento y que está haciendo todo lo posible por atrapar al asesino.
El giallo es un género italiano de literatura y cine del siglo XX que tuvo su mayor apogeo desde los años 60 hasta los 80. Aunque Mario Bava es catalogado como el creador del cine giallo, con La Muchacha que Sabía Demasiado (1963), fue Dario Argento quien le dio fama y lo popularizó fuera de Italia.
Casi 30 años después de su época de esplendor, con esta cinta Argento rinde un tributo a dicho género, sin que quede muy claro si su intención es homenajearlo, parodiarlo, reírse de sí mismo, o tentar a sus seguidores con un producto que no es lo que parece (o todo a la vez). La «broma» comienza desde el mismo título, cuyo significado es ambiguo, aparentando señalar en una dirección aunque con un significado real que va por otro lado. La película parece de bajo presupuesto, pero de forma muy forzada y magnificada a niveles ridículos. Los actores (y sus personajes) son planos y rozan el ridículo en ocasiones. La producción técnica parece tan pobre como la del peor telefilm de sobremesa imaginable, sin embargo hay elementos destacables (como el uso de la banda sonora, el manejo de la cámara o el uso de luces y sombras). El ritmo es inestable y por momentos se hace pesado seguir la historia.
¿Giallo es o no es un giallo?
Hay elementos característicos del género pero metidos de forma tan burda, que parece que el director nunca ha hecho (o visto) una peli de este estilo y está rodando siguiendo una guía para torpes. En la parte positiva (o menos negativa), tenemos atmósferas opresivas y enrarecidas, personajes ambiguos, mujeres en peligro, un policía de pasado traumático obsesionado con el caso, un villano demente y también de pasado traumático, pistas y claves para que los protagonistas den vueltas persiguiendo al malo, algún que otro giro ilógico o mal resuelto. En la parte más negativa, diálogos de relleno, investigación muy lineal y todo lo relacionado con la casquería más desagradable propio del giallo se ve reducido al sadismo infantil del asesino, poca violencia, torturas más sicológicas que físicas, alguna que otra mutilación aceptable y una palpable falta de sangre en todo momento.
Como dije antes, uno no sabe si tomarse esto en serio o como una broma personal. Algo que, por otra parte, resulta muy habitual en directores con un estilo muy propio y una carrera dilatada a sus espaldas.
Nota curiosa: hay un juego de dualidad entre perseguidor y perseguido que va más allá de lo que nos cuenta la propia trama (ese pasado traumático compartido, por ejemplo). Aunque es muy evidente (ese perfil es inconfundible) no lo voy a revelar puesto que en los créditos de la película también se oculta a través de un sencillo anagrama 😋
Trailer de Giallo
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