Terror Licántropo Danés… tres términos que no sé por qué nunca habría puesto en la misma frase, pero aquí estamos, ante una película que se queda a unos pasitos de ser un peliculón del género.

Continúo tras el salto.

No es la mejor película de hombres-lobo de la historia del cine, pero la forma que tiene de afrontar la narración, y la fuerza que transmiten los personajes, hacen que, ‘Cuando despierta la bestia’ destaque sobre muchas otras, convirtiéndose en un referente del género desde su gestación.

Ojo, no estamos ante la típica historia de una maldición gitana y blablabla, de hecho no nos revelan mucho sobre el inicio de lo que presentan como una ‘enfermedad’, hay que aceptarlo así y punto. Lo más raro de aceptar para el espectador (al menos para mí lo fue), es la naturalidad y pasividad con la que los vecinos del pueblo aceptan a Marie y su madre.

Tampoco nos revelan mucho de cómo quedó la madre en silla de ruedas, sólo nos cuentan un cuento sobre unos rusos, lo que se intuye de una violación y nada más… ni de cómo quedó postrada en la silla ni de dónde le vino la enfermedad.

Es decir, nos presentan una historia llena de incógnitas que contadas con una sueca frialdad aceptamos porque sí. Y está bien.

Cuando Marie se percata de ‘lo suyo’, lejos de estar acojonada, sale de fiesta a zorrear un rato, medio se lo cuenta a su ligue, quien también acepta a una mujer lobo como si de un billete de mil duros de tratase y la apoya en su cruzada contra el pueblo.

Aquí el pueblo ya empieza a no aceptar tanto… una en silla de ruedas vale, la tenemos controlada, pero dos? Ojito.

No revelaré más, no hace falta.

Es muy lenta, mucho, aunque paradójicamente no se hace nada larga, y es completamente recomendable si quieres profundizar en el género licántropo con un nuevo punto de vista. Nada que ver con los clásicos, ni WolfCop, Teen Wolf ni nada que se aleje de los cánones, esto es nuevo.