DIRECTOR | Josh Trank |
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GUIÓN | Josh Trank, Max Landis |
MÚSICA | Andrea von Foerster, Terry Wilson |
FOTOGRAFÍA | Matthew Jensen |
REPARTO | Dane DeHaan, Alex Russell, Michael B. Jordan, Michael Kelly, Ashley Hinshaw, Bo Peterson |
Tres jóvenes amigos de Portland -Andrew, Matt y Steve- desarrollan increíbles poderes después de un extraño encuentro con un misterioso objeto que encuentran en medio de un bosque. Comienzan a experimentar juntos con sus nuevas habilidades, al principio como diversión, pero cuanto más practican más poderosos se vuelven.
¿Qué harías si, de la noche a la mañana, adquirieras poderes sobrehumanos? Una pregunta que seguro se habrá formulado más de uno en alguna ocasión, y que se ha respondido en varias historias, al margen de las evidentes relacionadas con el género pijamero de superhéroes más tradicional. A la memoria nos vienen títulos como El Protegido, Carrie o Jumper, entre otros, que enfocan éste tema desde una óptica más o menos «realista». El debutante Josh Trank se junta con el escritor Max Landis (hijo de John Landis) para intentar dar otra vuelta de tuerca al asunto, y aunque hay cosas que nos suenan a las referencias mencionadas, el producto resultante es lo suficientemente fresco para disfrutar de presonalidad propia, especialmente por lo creíbles que resultan los tres jóvenes protagonistas, tanto desde el guión, como por la interpretación de los (casi desconocidos) actores.
La historia está rodada usando el formato de falso documental, lo cual en vez de entorpecer la narración como sucede en productos similares, sirve para demostrar la maestría de Josh Trank a la hora de encontrar recursos para salirse de la limitación que supone rodar «cámara en mano» sin renunciar a ello. Gracias al uso de cámaras de seguridad, teléfonos móviles, grabaciones de noticias, etc. el director se permite mostrar escenas que no están supeditadas a un único plano fijo y tembloroso, y al mismo tiempo refuerza y expone el aspecto narcisista del protagonista.
El desarrollo de la personalidad y motivaciones de los protagonistas es, en ocasiones, un poco torpe, introduciéndose cambios y situaciones en los que no se ahonda lo suficiente. El origen de los poderes no se especifica, lo cual tiene cierto sentido, porque con una explicación definida lo más probable es que la historia tuviera que avanzar en otro sentido.
Podríamos resumir la película con parafraseando al pobre tío Ben: «Un gran poder conlleva una gran ambición… o una gran demencia…»
Para finalizar, no podemos obviar las similitudes con Akira (desconozco si son casuales o son un homenaje intencionado), no solo en lo más evidente (la relación entre los dos personajes principales, el final,…) sino también en pequeños detalles como el uso de las piezas de Lego, o la broma del oso de peluche, por ejemplo.