Empecé a ver Carrie con algo de reticencia. La típica reticencia que sientes al ver el remake de una película que te gusta, innecesario y modernizado.

Sin embargo, esta vez el agrado visual se fue comiendo poco a poco a la reticencia anterior. Las innovaciones respecto a la original y el buen hacer del binomio Moore/Moretz arrasaron cualquier sentimiento de dejadez por seguir viendo…

No diré que es un remake impresionante, pero sí muy interesante y entretenido, con unas dosis de humor macabro geniales.

Cuando llega el momento de la sangría comunal, se te hace corta, demasiado… quieres que muera más y más gente y que Carrie White se vengue de más y más cabrónidos. No es así, termina pronto la escena, pero nos resarcimos con el momento muscle car a tomar por culo. Y cuando creemos que no puede venir nada más, que todo el pescado ya se ha vendido y que no queda nadie más por llevarnos por delante… zasca, acupuntura de tijeras para mamá.

No es un remake necesario, pero sí resulta agradable y hasta cierto punto refrescante que haya directores interesados en las películas clásicas de terror y que hagan remakes respetuosos.

Dadle una oportunidad, si todavía no se la habéis dado. Merece la pena.

La siguiente? Evil Dead… espero que no me decepcione.