Sinopsis de «Tokyo Vampire Hotel»

Manami se dispone a celebrar su cumpleaños con unos amigos, pero termina salvándose de una matanza. Sus problemas no terminarán aquí: dos vampiros, K, del clan Drácula, y Yamada, del clan Corvin, la están persiguiendo.

Dracula v Elisabeth Bathory

Tokyo Vampire Hotel es una serie dirigida, escrita y orquestada por Sion Sono, uno de los realizadores más provocadores, sicodélicos y personales del panorama audiovisual actual. Se compone de 9 episodios con una duración de entre 30 y 50 minutos, con una extensión total de 6 horas y media. En varios festivales se emitió una versión recortada de 142 min. Vista la cantidad de relleno inútil presente en la serie, quizá sea una alternativa más recomendable.

Simplificar la historia diciendo que va sobre un enfrentamiento ancestral entre dos clanes de vampiros, no haría justicia al exceso visual, narrativo y temático presente en la obra. Por un lado, están presentes las típicas paranoias de Sono: religión, sectas, sexo (bastante contenido, quizás por imposición de la productora, y limitado a alegorías implícitas poco sutiles la verdad), control, manipulación, lealtad, violencia, sangre… No sorprende demasiado si uno está un poco familiarizado con la filmografía del director; aunque si no lo estás puede ser un choque de incoherencia y absurdez demasiado impactante.

Por otro lado, tenemos un montón de temas y conceptos muy chulos que no acaban de usarse del todo ni desarrollarse en ningún sentido, algo que también es muy típico en las producciones de Sono. Es como estar en un brainstorming con alguien muy creativo pero que no sabe llevar sus ideas a algún termino. Por mencionar algunos: todo lo relacionado con los dos clanes vampíricos y su lucha, la profecía de la Gran Cruz (basada en una, ejem, alineación planetaria en forma de cruz), todo el plan relativo al hotel (y la verdadera naturaleza del hotel en sí), la situación planteada en el epílogo… Y apenas voy a mencionar así de pasada el hecho de que casi toda la acción transcurre en una grieta espaciotemporal entre dos dimensiones que se encuentra dentro de la vagina de una vampira :O

Así pues, el resultado es una montaña rusa que navega entre la genialidad de algunas propuestas, la demencia de algunas escenas y lo exasperante que resulta el lento avance de la trama y la repetición de algunos momentos. El final es completamente anticlimático e inesperado (aunque hacer cábalas de por donde puede ir tirando la historia es una pérdida de tiempo sin sentido XD ); de hecho, la serie prácticamente termina en el episodio 7, siendo los dos capítulos restantes una especie de epílogo que suponen un cambio de rumbo radical a lo visto hasta ahí.