Sinopsis de «The Tibetan Dog»
Un niño de 10 años se va a vivir al Tibet con su padre tras morir su madre. El cambio es radical. Abandona la ciudad para mudarse a las extensas llanuras tibetanas, rodeado de ganado y con poquísima población. Hace frío, la comida es diferente y extraña y su padre, el médico de la zona, no parece especialmente contento con la llegada del crío.
Especialmente para amigos de los perros
The Tibetan Dog es una película de animación co-producida entre Japón y China que adapta la novela «Zang Ao: Do-khyi» («Zang Ao, el Dogo del Tibet») de Yang Zhijun, un cuento popular para niños. Como curiosidad, el diseño de personajes fue llevado a cabo por Naoki Urasawa (responsable, entre otros manga, de «Monster», «20th Century Boys» o «Yawara!»…)
No hace mucho reconocía que no soy muy fan de las pelis con mascotas edulcoradas (otras cintas de bichoños desagradables las devoro de forma compulsiva). Podría decirse que este mastín del Tibet es una honrosa excepción.
No es que sea un peliculón inolvidable, pero es entretenida, está bien desarrollada y te mantiene enganchado; básicamente es una vuelta de tuerca a la clásica historia de relación entre un chico y un perro (o cualquier otro tipo de animal de compañía) con algo de ambientación sobrenatural. Por otro lado, su apartado visual destaca notablemente, con unos paisajes detallados y muy cuidados y con una animación excelente y fluida.
El principio es un poco infantil. Vemos como el chaval protagonista intenta adaptarse a vivir en medio del Tibet después de haber crecido con las comodidades de una ciudad; y además su padre no parece hacerle mucho caso. También tenemos una muestra muy bien representada de la cultura y las costumbres tibetanas. En la segunda mitad, una vez presentado el escenario, los diferentes personajes y el conflicto principal, tenemos más acción y aventura, con algún momento sangriento bastante brutal.