En el aula de un instituto japonés se desarrolla una peculiar partida de lo que por aquí conocemos como «el escondite inglés», con el aliciente de que a quien se mueve cuando se acaba la cancioncilla le revienta la cabeza en cientos de bolitas rojas. Cuando el juego termina, los supervivientes descubren que ha pasado lo mismo en el resto de aulas y que tienen que volver a participar en un nuevo desafío de mortales consecuencias para los perdedores.