«Space Sharks» (2005) – no, NO SALEN tiburones del espacio…

raging sharks

TÍTULO ORIGINAL Raging Sharks
AÑO 2005
NACIONALIDAD Estados Unidos
DIRECTOR Danny Lerner
GUIÓN Les Weldon
MÚSICA Stephen Edwards, Tom Erba
FOTOGRAFÍA Emil Topuzov
REPARTO Corbin Bernsen, Corin Nemec, Jonas Talkington, Vanessa Angel
SINOPSIS Una nave espacial y una estación espacial chocan porque sí y se desintegran. Un misterioso cilindro sobrevive al impacto y viaja por el espacio sideral hasta caer en el triángulo de las Bermudas encima de un barco que pasaba por allí. También salen tiburones.

Danny Lerner nos ofrece un aperitivo de su posterior obra magna «Tiburones en Venecia», con un reparto de estrellas de la serie-B y el mercado «directo-a-video» entre las que destaca Vanessa Angel, mito erótico durante 15 minutos en los ’90 merced a protagonizar la versión televisiva de «La mujer explosiva». La película es aburrida, lenta y ni siquiera tiene gracia. Los ataques de los tiburones se resuelven de forma confusa, salvo dos o tres, y ni siquiera generan ningún tipo de tensión. Las situaciones absurdas se suceden sin orden ni acierto, y al final todo se resuelve igual que comienza, «porque sí».

Básicamente, el cilindro contiene unos cristales naranjas que son «isótopos de hidrógeno cargados con neutrones térmicos» que la nave espacial usaba como combustible. Los tiburones se los comen (o se comen a peces que se las han comido, no se profundiza en el tema) y se vuelven agresivos para proteger la zona donde está hundido el cilindro. ¿Por qué? Porque sí. El cilindro se pasa 5 años en el fondo del mar sin que le importe a nadie, hasta que la radiación electromágnetica que emite y el comportamiento de los tiburones empieza a afectar la labor de una estación submarina que lleva *10 años* en la zona. Lógico. En fin. Pasan muchas cosas soporíferas por en medio y, al final, llega una nave extraterrestre y se lleva el cilindro. Porque sí XD

Genial el momento en el que el científico protagonista está buceando rodeado de tiburones y pide que le envíen un torpedo (de alta potencia destructiva) para dispersar a los escualos, que él ya si eso se agacha para que no lo alcance la explosión… y la cosa funciona…

Los protas se pasan la última media hora pensando en cómo evacuar la estación submarina. Se están quedando sin oxígeno, el suministro de energía está fallando y, por motivos que no vienen al caso, le quedan 5 laaargos minutos para petar. Al final revienta, pero todo el que estaba vivo en la estación sobrevive para que le pesque el submarino que iba a rescatarlos. El malo (sí, también hay un malo), que antes de la explosión había recibido leña por todas partes y estaba muy perjudicado también sobrevive, pero se lo comen los tiburones.

Trailer, minuto 2:00, momento chanante en el que el cilindro llega a la Tierra y choca contra el barco. Brutal la actuación de los figurantes para representar el momento del impacto.

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