«Séptimo» (2013) – si Hitchcock levantara la cabeza…

septimo

TÍTULO ORIGINAL Séptimo
AÑO 2013
NACIONALIDAD España/Argentina
DIRECTOR Patxi Amezcua
GUIÓN Patxi Amezcua, Alejo Flah
MÚSICA Roque Baños
FOTOGRAFÍA Lucio Bonelli
REPARTO Ricardo Darín, Belén Rueda, Luis Ziembrowski, Osvaldo Santoro, Guillermo Arengo, Jorge D’Elía, Andrea Carballo
SINOPSIS Un padre y sus dos hijos juegan a ver quién llega primero a la calle desde un séptimo piso: si el padre en el ascensor o los niños por las escaleras. Cuando el padre llega a la planta baja, resulta que los niños no aparecen, no hay ni rastro de ellos. Empieza entonces una búsqueda frenética por parte del padre (Ricardo Darín) y la madre (Belén Rueda).

Empezaré diciendo que es una película a la que tenía bastantes ganas, y no por su elenco artístico, que me da un poco igual, si no por un argumento interesante.

Os pongo aquí el tráiler para que me creáis.

La película empieza bien, desaparecen misteriosamente los hijos de Belén Rueda y Ricardo Darín, y mientras Ricardo los busca desesperadamente la cosa mola bastante… hasta que coge el teléfono.

El trayecto desde que pierde a los niños hasta que decide contárselo a su mujer es exageradamente largo. Alguien en su situación sería lo primero que haría, pero no, decide emprender la búsqueda por su cuenta, con el portero y el comisario y ya avisará a la madre Rita la cantaora.

Pasan unas horas y la llama, aunque hubiera sido mejor no hacerlo, porque en ese momento ya se hace presente un tufillo rancio…

Continúo tras el salto, y con spoilers.

séptimo

La voz de Belén Rueda, al teléfono, suena forzada, y sobreactuada… Pensando «bien» podemos creer que es un problema de la actriz (y no del personaje), que acostumbrada a las series españolas, tiende al teatro cosa mala. Pero pocos minutos después entra en escena, por la puerta del edificio, y ahí ya te dices: «fue ella«.

Pase lo que pase más adelante, sospechoso va, sospechoso viene, pero no, sigues sabiendo que fue ella. Por muchas segundas tramas, o personas que se crucen de por medio, no te puedes sacar la idea de que fue ella.

Se aproxima el final, y esperas ese tan ansiado giro de guión, ese sartenazo en la cara que te diga «estabas equivocado!» y disfrutar como un enano de la trama final… Pero no, llega el final y descubres que no hay giros, no hay tramas ocultas, sigue siendo ella.

Patxi Amezcua no asistió a las clases de Suspense Básico en la escuela de cine (le sobraban créditos), y tampoco vio muchas películas del maestro Alfred, y aunque la película se basa en una muy buena idea, el resultado final es bastante pobre.

Debí darle a stop a los 30 segundos cuando en los créditos del inicio aparecía «Patrocinada por Intereconomía».

Yomismo

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