Cuenta una historia verídica entre dos pilotos cuya vida y estilo de conducción eran totalmente opuestos, una magnífica historia de F1 en la que no necesitas saber nada de coches, ni de carreras.

Continuamos tras el salto sin spoilers…
Lo primero que tengo que mencionar es que así como mi marido es un amante del mundo del motor en general, a mí todo ese mundo me resulta, por lo general, tremendamente aburrido.

Dicho esto, aquí nos encontramos con una película que se desarrolla íntegramente alrededor del mundo del motor, más concretamente de la F1. Y, sin embargo, realmente el mundo del motor resulta no ser lo interesante, ni tan siquiera lo importante de la película.

No, el mundo de la F1 no es más que un escenario necesario para contar la historia, una historia de dos hombres a los que, es muy probable, en otras circunstancias les uniría la pasión por el motor.

Sin embargo, las situaciones que vamos viendo a las que se enfrentan, muy diferentes entre sí, las reacciones, muy dispares y sobre todo las prioridades de cada uno, aunque, teniendo el  mismo objetivo, los medios y sacrificios que están dispuestos a quemar por el camino cada uno de ellos les lleva a ambos a diferentes resultados.

También obtenemos una lección de vida, puesto que nos muestra cómo lo que todo el mundo ve como un objetivo, incluso nosotros, no deja de ser una meta a cumplir en el camino hacia lo que realmente queremos y deseamos.

El tener claro cuál es el verdadero objetivo nos hace diferenciar las metas y nos hace también pensar en nuestras prioridades y los sacrificios que tenemos que superar para ello.

Pienso que es una gran lección de vida lo que nos enseña esta película, que en un primer momento puede provocar incluso rechazo desde un ojo inexperto o encasillado, dado que se hace ver que la película gira entorno a la F1.

Sinceramente, aunque sí, si es cierto que gira entorno a ella y a uno de los sucesos más graves ocurridos en los últimos tiempos, realmente considero que no es la parte más importante de esta obra.

No puedo irme sin mencionar la magnífica selección y caracterización de los actores, me ha sorprendido gratamente Chris Hemsworth en el papel de James Hunt que está excelentemente interpretado, esto, sin tener en cuenta lo que todos claman, el actor Daniel Brühl, que literalmente se convierte en Nikki Lauda en cuerpo y alma dejando un listón muy alto.

Mi recomendación… mírala, aunque no te guste la F1, hazlo, de verdad que va a gustar y sorprender. Hazlo y coméntanos tu experiencia.

Os dejo como siempre con el tráiler;

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