Reconozco que vi esta película únicamente por los secundarios y cameos… Zangief, Bowser, Sonic, Chun-Li y el siempre entrañable: Q-Bert.

La película ya empieza pretendiendo ser lacrimosa: un malo llorón porque es el malo y nadie lo quiere. Cojones, eres el malo de tu juego desde hace 30 años, asúmelo ya, leñe!

En fin, habrá que acostumbrarse a ver a Ralph llorando en cada esquina.

Sobre los personajes… Quién leches es Félix? Porque «sus funciones» y su indumentaria me recuerdan inexorablemente al Centro de Reparaciones de Microsoft: Fix It. – En la versión original del juego, el personaje se llama Fix-It-Felix, Jr… Todo encaja… el imperio Microsoft empieza a meterse en Disney… pronto J.A.R.V.I.S. y R2D2 montarán sistemas operativos Windows… y cuando Han Solo quiera saltar al hiperespacio, en lugar de ver estrellas estiradas, verán una blue-screen-of-death como una catedral… aunque bueno, el salvapantallas de W 3.11 de las estrellas ya era muy Star Wars. Mi favorito.

Al margen de esta frikada, los personajes están genialmente detallados. Desde los vecinos del juego de Ralph que se mueven a saltitos por falta de frames hasta Q-Bert, que habla con bocadillos y símbolos raros.

Quizá los secundarios y las frikeces que se dejan ver cada poco son los motivos que hacen esta película salvable, porque lo que es la historia en sí, es muy sosa. Sosa sosa, casi cáustica.

El nivel de animación está muy logrado, aunque ya no sorprende tanto. Seguro que hay cien innovaciones nuevas e impresionantes, pero a nivel particular, no las veo. La última vez que me sorprendió una película de animación, en el terreno de la animación, fue con Monstruos SA. Los pelos del bicho azul y los gestos de la niña pequeña eran «reales». Vista una, vistas todas. En Rompe Ralph seguimos manteniendo una calidad impresionante en la animación, pero repito, no es nada nuevo.

Final bonito y canción absurda al final con autotune a saco. Al menos entra con los créditos y no estropea la película.

Simplemente entretenida.