Sinopsis de «Project Almanac»

Un grupo de jóvenes se embarca en una aventura cuando descubren unos planos secretos para construir una máquina del tiempo, que utilizarán para arreglar sus problemas y obtener beneficios personales.

Fiestuqui al pasado

¿Un película con y para adolescentes, con Michael Bay y la MTV entre los productores y rodada cámara en mano? No partía precisamente como caballo ganador pero, a pesar de todo, o puede que gracias a ello, Project Almanac ha resultado de lo más entretenida y difrutable. Bien es cierto que la cinta no tiene más pretensiones que ser un producto para consumir, pasar el rato y archivar en un rincón de la memoria o directamente olvidar sin más. No intenta ser la peli definitiva sobre viajes en el tiempo, ni tener una sólida base científica, sino simplemente mostrar qué haría cualquier chaval que consiguiera de repente la habilidad de volver al pasado.

La historia es trepidante y está bien llevada, aunque el acontecimiento detonante de toda la acción pasa rápidamente al olvido para ser recuperado hacia el final de forma atropellada y casi por compromiso para resolver el misterio inicial. La química entre el grupo de amigos está bastante bien presentada, y todos tienen su parte relevante en la trama hasta que, de nuevo hacia el final, desaparecen todos, quedando en el aire muchos de los subargumentos desarrollados y centrándonos únicamente en el protagonista y su relación con la incógnita inicial.

El estilo cámara en mano es, sin duda, lo peor de todo. No por el estilo en sí, del que no soy nada fan, sino porque está muy mal planteado. Ya no solo porque en muchas de las escenas no se justifica ni parece creíble que haya alguien grabado (esto, otra vez, resulta especialmente evidente en el tramo final), sino porque la sensación que transmiten los encuadres, los planos y la presentación de los diálogos ers muy cinematográfica; es decir, no parece que esté grabado por una persona cualquiera con una cámara, sino por un profesional al que le han dicho que lo tiene que hacer mal.

Hay un par de paradojas que pueden atragantársete si eres de esos que sólo conciben el tiempo como una estricta progresión lineal de causa a efecto (como en casi todas las historias sobre viajes temporales, por otra parte). Y, además, el efecto de encontrarse con uno mismo está resuelto de uan forma un tanto aleatoria, aparentemente según conviene a la trama.

Con todo, es una de las mejores pelis sobre viajes en el tiempo que he visto en años.