TÍTULO | Pixels | ||
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AÑO | 2015 | NACIONALIDAD | USA |
DIRECTOR | Chris Columbus | ||
GUIÓN | Tim Herlihy, Timothy Dowling | ||
REPARTO | Adam Sandler, Kevin James, Michelle Monaghan, Peter Dinklage | ||
SINOPSIS | Unos extraterrestres malinterpretan las imágenes de las máquinas recreativas como una declaración de guerra y deciden atacar la Tierra, empleando dichos juegos como modelos para el asalto. |
A todo hay que buscarle, o al menos intentarlo, el lado positivo, aunque con Pixels es una tarea harto complicada.
La nostalgia. La nostalgia sí es un factor favorable, pero sólo por la memoria y a la época a la que nos evocan, no por lo que nos enseñan.
Continúo tras el salto.
La cosa empieza mal… Nos trasladan a los 80, algo que sabemos por las bicis, la ropa, el salón recreativo, pero algo no termina de encajar… Ni siquiera el Surrender de Cheap Trick ayuda a empastar mejor la mezcla.
Nos hablan de juegos como Asteroids, Galaga, Q*bert o Donkey Kong y de sus personajes, y eso nos (me) hacen recordar a mi infancia ochentera de monedas de 25 pesetas y tardes de recreativos. Ahora bien, la sola mención de los juegos es lo bonito, porque la forma de mostrarlos es muy triste, demasiado elaborada y colorista, efectista y futurista; podríamos decir, sin miedo a equivocarnos que, en Pixels hay demasiados pixels.
Hay una máxima entre los true-gamers de los ochenta para disfrutar los juegos de la época: «Tele de tubo y 320×200». Aquí hay 4K y 80″ de Led UHD. Demasiada definición para unos dibujos para los que sólo necesitas 3 cuadrados.
Te imaginas el Tetris en Full-HD? No tiene ningún sentido ni justificación, y eso es lo que ocurre en Pixels. Vemos un montón de personajes simpáticos, pero ‘desdibujados’ hasta el punto que repelen más allá de la nostalgia que evocan.
Además de la ‘mala gestión de los recursos nostálgicos’, el reparto no ayuda en absoluto. Si hay un actor que merece estar en el Top Ten de ‘Mierdas de la interpretación’, junto con Tom Hanks, Denzel Washington y Meg Ryan, entre otros, ese es Adam Sandler; es como el hermano retrasado de Tom Hanks, que actúa con un ictus y que tiene que cubrir la cuota de pantalla de esa minoría o el Estudio chupa una denuncia. Infumable. El resto pasan con más pena que gloria por la misma suerte.
Sí, los efectos son impresionantes, pero tan impresionantes como innecesarios. Muchas luces, rayos y centellas. Muchos más de los que jamás verás en un arcade de los 80. Evolución? Estaría bien en nuevas versiones de videojuegos, pero no es justificable en la historia. Si los alienígenas imitan los arcades de los 80, se pasan en la reproducción de los mismos.
Otra cosa, la interacción hombre/juego está, no raramente, sino mal hecha. Si analizamos brevemente ‘el interrogatorio’ de la pandilla a Q*bert, cuando lo tienen que mirar a los ojos, nunca apuntan a ellos. Lógicamente cuando lo rodaron no había Q*bert, sino el vacío o una suerte de bola verde que luego sustituirían por el majete naranja. Queda muy raro y antinatural que 3 personas estén hablando con una cuarta, y nunca la miren a los ojos, sino cerca.
El Pacman es curioso, pero los fantasmas reconvertidos a Minis de colores… No lo termino de ver. La melee final de todos contra todos, es más caótica que entretenida, y la partida vs Donkey Kong… Muy american dream.
Así que sí, nostalgia guay, pero evocada en una peli de mierda mal hecha y peor protagonizada.
A mi me mató oír hablar a Q*bert en vez de sus famosos @!#?@!
Y con esa voz…