Sinopsis de «Perfetti sconosciuti»
Siete amigos que lo son desde hace años (tres parejas y un soltero) celebran una cena en la que deciden jugar a un juego extraño y arriesgado: ponen sus smartphone sobre la mesa y al grito de “no tenemos nada que ocultar”, deciden compartir los mensajes y las llamadas que cada uno de ellos reciba durante la noche, en una especie de ruleta rusa a golpe de SMS y tonos de llamada.
Aviso. Hay spoileracos sobre el final.
Vida pública, privada y secreta
Perfetti sconosciuti es una tragicomedia italiana de la que podría decirse que es una especie de curiosa combinación entre las series Black Mirror y Twilight Zone. Hay una somera crítica a la dependencia y la pérdida de privacidad generada por las nuevas tecnologías envuelta en una noche mágica propiciada por un eclipse lunar.
Con una puesta en escena muy teatral (prácticamente toda la acción transcurre en el apartamento/comedor de la pareja anfitriona) y casi en tiempo real, la presentación y el desarrollo de la situación están muy logrados. Hay risas, hay momentos para meditar y evidentemente hay situaciones con las que empatizas y te hacen pensar qué es lo que harías en esa misma situación.
El problema es que se nota que hay demasiados guionistas y, según parece, algunos de los actores aportaron elementos de cosecha propia. Demasiadas voces que hacen que las diferentes tramas de la historia se embrollen y se entorpezcan. En la recta final, da la impresión de que hay más interés en terminar de una vez que en analizar las motivaciones de los personajes y llegar a una conclusión. Y, además, ESE FINAL.
SPOILERS (selecciona el texto para leerlo)
La cena acaba como el rosario de la aurora pero, por arte de magia, los personajes se cambian a una dimensión paralela en la que decidieron no hacer el juego de los móviles, así que se separan después de la cena todos amigos y tan felices… el tema es que hay situaciones que se dieron durante la velada que no son más que equívocos y enfados provocados por la revelación de secretos menores (el que uno de los personajes sea apartado de las pachangas futboleras del grupo, o la asistencia de otro a terapia de pareja en solitario…), pero hay al menos un par de casos que resultan bastante graves (el personaje que tiene una «inocente» relación virtual con una menor, o el otro que se ha tirado -o lo intenta- a toda la que se le pone por delante…)
Al principio de la película se nos plantea si querríamos conocer o deberíamos contar algún secreto que afectará a alguien cercano. Aparentemente la conclusión es que seremos más felices viviendo en la hipocresía de una mentira agradable que conociendo las cosas que nos oculta la otra parte.