Sinopsis de «Mary y la flor de la bruja»
La joven Mary se ha mudado a vivir con su tía abuela, y se aburre al final de las vacaciones, esperando la llegada de sus padres y el comienzo del colegio. Un día, persiguiendo a un misterioso gato hasta el bosque encuentra una vieja escoba y una extraña flor, lo que la conducirá hasta Endor College, una escuela de magia dirigida por la extravagante Madam Mumblechook y el brillante Doctor Dee.
Cuidad vuestras escobas
Mary y la flor de la bruja es el primer largometraje del Estudio Ponoc, sucesor oficioso del Estudio Ghibli.
El director, Hiromasa Yonebayashi, se ocupó de esa misma labor en Arrietty y el mundo de los diminutos y El recuerdo de Marnie; mientras que el guionista, Riko Sakaguchi, escribió la estupendísima El cuento de la princesa Kaguya de Isao Takahata. No hay pues muchas sorpresas acerca del tono o la intención de esta colaboración entre ambos.
Una historia fascinante y muy dinámica que consigue tener una fuerte entidad propia a pesar de contar con varias y muy diferentes referencias, sobre todo (evidentemente) de cintas del propio Estudio Ghibli (El viaje de Chihiro, El castillo ambulante, Nicky, la aprendiz de bruja o Haru en el reino de los gatos), pero también de elementos en principio más distantes, como Harry Potter o Aladdin, por ejemplo.
La película es bastante sencilla (podríamos decir infantil, no con tono peyorativo), pero no es mala. No tiene la profundidad de El recuerdo de Marnie, ni la belleza narrativa de El cuento de la princesa Kaguya, por citar dos de sus antecedentes directos, pero sigue siendo bastante disfrutable a muchos niveles.
Estrenada en Japón en julio de 2017, en España podremos verla en algunas salas el próximo mes de septiembre.