Sobre una base 100% Frankenstein, añadimos tintes de El fantasma de la ópera y algo de slasher y tenemos este peliculón… terror intimista en estado puro. Es curioso cómo con tan sólo una máscara sin facciones podemos expresar tanto; Georges Franju sabía lo que hacía… ocultando, mostramos más. No esperéis una súper peli de terror gore slasher a todo trapo, con miles de litros de sangre y acción a punta pala… no. Esto es un segundo plato de invierno, pesado, duro, pero satisfactorio, y que se disfruta mejor con un buen vino…

Continuamos tras el salto…

La película lleva un ritmo inicial lento, muy lento… no vemos nada y lo que vemos es muy light, como pide la película, para que el momento de «la operación» resulte mucho más expresiva e impresiva de lo que esperábamos. Y el thriller/terror intimista que teníamos se convierte en un golpe de claqueta en un slasher gráficamente violento y grimoso por momentos.

Si esta película la firmara Hitchcock, ya la conocerías, sería una de sus mejores películas (muy por encima de la buenísima, aunque sobrevalorada Psicosis).

Disfrutadla, merece la pena.