Sinopsis
Seis miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional están a punto de lograr uno de los descubrimientos más importantes en la historia humana: la primera evidencia de vida extraterrestre en Marte
En el espacio siguen sin poder escuchar tus gritos
No nos engañemos, Life no es más que un reciclaje del esquema argumental visto en Alien o La cosa (la de Carpenter, claro). De todas formas, tiene algo que consique que sus 100 minutos pasen volando y no resulte aburrida en ningún momento. Supongo que será que no pretende ser una copia, ni un remake, más allá de tener una premisa similar y un desarrollo parecido.
Una sonda lleva a la Estación Espacial Internacional muestras de materiales que contienen una forma de vida microscópica aparentemente muerta o en letargo. Consiguen estimularla y revivirla. Los estudios iniciales indican que podría ser un importante adelanto en el tratamiento de enfermedades y la investigación sobre el origen de la vida y el universo. ¿Un guiño malévolo sobre la profundidad filosófica que destilan las precuelas de Alien? Sea como sea, la criatura se vuelve agresiva, sin que quede muy claro si es su naturaleza o si simplemente responde al hecho de estar encerrada siendo pinchada y toqueteada por unos extraños que la despiertan de la siesta. A partir este punto, el desarrollo de la trama no ofrece demasiadas sorpresas.
El ritmo es continuo y bastante frenético. Apenas hay momentos de respiro. Por contra, los personajes son muy planos y casi no están presentados ni desarrollados; tenemos poca información de la función de cada uno de ellos dentro de la estación, y sabemos muy poco de sus personalidades o relaciones. Los actores cumplen sin más, a pesar de contar con interpretes de peso como Jake Gyllenhaal, Ryan Reynolds o Hiroyuki Sanada.
Sangre en gravedad cero
Si algo hay que destacar de la película, es sin duda el uso de la gravedad cero en los desplazamientos por la estación espacial, algo poco visto en historias que se desarrollan en escenarios similares.
En la recta final, quizá demasiado estirada, hay un pequeño y tramposo giro narrativo que, no por previsible resulta menos efectivo e impactante.