Sinopsis
Biopic sobre Phineas Taylor Barnum (1810-1891), un empresario circense estadounidense que fundó el «Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus», conocido como «el mayor espectáculo en la tierra»
Otro fin de semana de película en la mejor sala que tenemos en la ciudad, el Cine-teatro Salesianos de Vigo. Repetimos programa, con Ferdinand a primera hora y El Gran Showman en horario de tarde/noche; como la semana pasada ya fuimos a ver al torero florero para darle gusto a los niños, en esta ocasión nos hemos acercado a ver qué tal el musical de Hugh Jackman.
Pasen y vean
El Gran Showman es una recreación en forma de musical de la vida del empresario circense Phineas T. Barnum. Con un guión meramente formulario, lineal, sin dobleces ni sorpresas Sin giros, desarrollo ni profundización en alguna que otra situación ambigua (como el aspecto de estafador de Barnuml). Cada vez que aparece un personaje, o se presenta una situación nueva, sabes perfectamente qué va a pasar, quién se va a enamorar de quién, qué busca realmente cada uno y hacia donde se dirige todo.
El protagonista es hijo de un sastre pobre y se queda huérfano muy joven; poco a poco, prospera en la vida, primero con un trabajo de contable y después montando un negocio propio, que empieza siendo un museo de cera, que no funciona, y a continuación un circo de rarezas, con el que empieza a tener relevancia. Buscando tener más reconocimiento social, le da la espalda a lo que ha conseguido y se arriesga a perderlo todo en un intento de seguir escalando posiciones. Final feliz y moraleja sobre que la felicidad está en lo que tenemos y no en perseguir más de lo que necesitamos.
No obstante, el punto fuerte de la película y que tapa casi completamente todos sus carencias, es la parte musical, visualmente apabullante y con unas coreografías espectaculares. También ayuda el hecho de que solo el reparto central se dedica a cantar y bailar, y no hay escenas en las que los figurantes de la calle forman un grupo de acompañamiento, algo que personalmente, me descoloca en muchos musicales.
La metareferencia hacia los críticos que no son capaces de disfrutar de lo que ven es una genialidad.