
El último viaje del Demeter es una película de terror que adapta un fragmento de la novela «Drácula» de Bram Stoker. Está dirigida por André Øvredal (Troll Hunter, Historias de miedo para contar en la oscuridad) y protagonizada por Corey Hawkins (Infiltrado en el KKKlan, La tragedia de Macbeth), Aisling Franciosi (The Nightingale, Criaturas de Dios) y Liam Cunningham (The hot zone, Way down).
Sinopsis de «El último viaje del Demeter»
La historia se centra en el viaje del barco Demeter, encargado de transportar una carga misteriosa desde Carpathia hasta Londres. Poco a poco, la tripulación comienza a enfrentarse a eventos inexplicables y aterradores.

Terror en alta mar
El último viaje del Demeter parte de una idea ridícula (adaptar un fragmento de una novela sin entrar en antecedentes ni terminar de contar la historia), pero podría haber resultado ligeramente interesante aunque ya hayamos visto la trama miles de veces. Es decir, un monstruo implacable acechando a un grupo de personas en un entorno cerrado y aislado. Sin embargo la ejecución es un sin sentido y la producción acaba naufragando igual que el barco del título.

Eso sí, hay que reconocer que visualmente disfrutamos de una atmósfera opresiva y gótica que resalta los espacios claustrofóbicos y la sensación de peligro inminente para transmitir con efectividad el aislamiento y la desesperación de los marineros.
La película ofrece algunos sustos efectivos, sin embargo recurre demasiado a clichés del género que la hacen muy predecible. El hecho de que se descubra muy pronto en la historia qué es lo que está atacando a los marineros y que todas las decisiones de acción se tomen de noche resulta bastante absurdo como poco.

Aunque sí se logra mantener una sensación de tensión continua y en aumento, hay momentos en los que el ritmo se ralentiza y la trama se vuelve repetitiva. La mayoría de los personajes de la tripulación son puro estereotipo, que solamente están para ser víctimas de la criatura. El resto tampoco es que tengan una profundidad y un desarrollo remarcables.
El hecho de que se muestre a Drácula con un diseño más bestial y que resulte ser más un depredador sediendo de sangre que una figura seductora e inteligente es relativamente novedoso y tiene sentido dentro de la historia, al estar el personaje más preocupado por la supervivencia que por lograr otros objetivos. Sin embargo, al carecer de algún tipo de desarrollo o contextualización, acaba resultando que se vea más como un villano genérico del montón que como el legendario conde.
Me cito a mí mismo cuando hice una minireseña a principios de año:
Esto es como adaptar seis páginas del tercer capítulo de un libro y no hacer referencia a todo lo demás. Literalmente.
Es Alien en un barco… Mejor mira Dracula 3000, es el mismo argumento pero con más risas 😄

Trailer de «El último viaje del Demeter»

