Con El imaginario del Doctor Parnassus, Terry Gilliam (Tideland, El secreto de los hermanos Grimm) nos invita a un viaje onírico, surrealista y lleno de simbolismos, donde la realidad se entrelaza con la fantasía de manera sublime. Protagonizan Christopher Plummer (Cerrando el círculo, La última estación), Heath Ledger (Candy, El caballero oscuro), Lily Cole (Supercañeras: El internado puede ser una fiesta, Rage), Andrew Garfield (Leones por corderos, Boy A), Tom Waits (El tigre y la nieve, Domino), Colin Farrell (El sueño de Casandra, Escondidos en Brujas), Johnny Depp (The Libertine, Charlie y la fábrica de chocolate) y Jude Law (Todos los hombres del rey, My blueberry nights).
Sinopsis de «El imaginario del Doctor Parnassus»
Con una extraordinaria habilidad para guiar la imaginación de los demás, el Doctor Parnassus oculta un oscuro secreto. Siglos atrás hizo un trato con el Diablo para ganar inmortalidad, a cambio de entregarle a cualquier hijo que tuviese al cumplir los 16 años. Ahora, deambulando con su humilde teatro ambulante y con una hija a punto de llegar a esa edad, Parnassus está decidido a cambiar el trato.
Un viaje alucinante por la imaginación
El imaginario del Doctor Parnassus presenta un mundo visualmente deslumbrante, lleno de detalles y referencias a la mitología y la literatura. Después de un par de pequeños «tropiezos» en su filmografía (al menos para mi gusto), Gilliam recupera su estilo más surrealista y onírico para invitarnos a reflexionar sobre la vida, la muerte, la naturaleza del bien y del mal, y la importancia de las decisiones que tomamos.
Uno de los puntos fuertes de la peli es su impresionante diseño visual. Desde los decorados hasta los efectos especiales, estamos ante un verdadero festín para los ojos, con una paleta de colores vibrante y escenarios que evocan un sueño febril. Las secuencias dentro del imaginario son especialmente destacables, con escenarios elaborados y efectos especiales que evocan un sentido de asombro y maravilla. Estos mundos fantásticos reflejan tanto la grandeza como los peligros de la imaginación desbordada.
La dificultad de la puesta en escena hizo que el rodaje se enfrentase a diversas complicaciones que fueron agravadas por la inesperada muerte de Heath Ledger. Para poder terminar la producción, Gilliam introdujo un recurso narrativo que resulta temáticamente coherente con la naturaleza cambiante del imaginario y permitió que otros actores interpretasen al personaje de Ledger en los diferentes mundos del imaginario.